Enlace Judío – En el 2011 una ola de manifestaciones se extendió en el Medio Oriente. Se le nombró la Primavera Árabe, y en ella, millones de manifestantes salían a las calles a exigir una sola cosa: democracia.

En marzo del 2011 iniciaron las protestas en Siria, a lo que el presidente Bashar al-Assad respondió con una violenta represión.

Algunos miembros del ejército sirio desertaron a seguir las órdenes de su presidente y formaron las fuerzas sirias libres, que comúnmente fueron llamados rebeldes. La guerra civil había iniciado.

A la lucha en contra de la opresión se unieron los kurdos, un grupo étnico ubicado al norte de Siria.

Sin embargo, nadie llamó tanto la atención como la organización terrorista ISIS, que con sus atentados mostrados en redes sociales impactó al mundo entero.

El Estado Islámico amenazaba directamente a EE. UU. y ante estas amenazas, el entonces presidente Barack Obama ordenó acciones militares en contra de la organización.

EE. UU. no luchó solo contra el Estado Islámico, lo ha apoyado Rusia, Francia e Inglaterra.

Pero mientras muchos le han dado seguimiento a la guerra en televisión, a los sirios les tocó ser víctimas del conflicto. Cada día aumenta la cifra de desplazados, muertos y heridos, lo más lamentable es que gran parte de ellos son niños.

De manera paulatina, muchos países del mundo tomaron partido, esto debido a alianzas políticas y conveniencias personales. Irán y Rusia han apoyado al gobierno de Assad, particularmente el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha mostrado su apoyo total.

En cambio, países como Jordania, Turquía, Emiratos Árabes, Arabia Saudita y sobre todo EE. UU., han apoyado a los grupos rebeldes. Lo qué ha ocasionado tensión y conflicto entre las potencias más fuertes del mundo: Rusia y EE. UU.

Israel particularmente, que ha intentado mantenerse dentro de lo posible fuera del conflicto, lo que más le ha importado es que fuerzas iraníes se han instalado en Siria pero cerca de la frontera israelí. Por lo que durante su gobierno, el ex primer ministro Benjamín Netanyahu fue muy puntual en su consejo.

Independiente a las cuestiones políticas, lo que más generó críticas a Bashar al-Assad fue su decisión de utilizar armas químicas.

Y mientras las condenas se generan el presidente sirio Bashar al-Assad dice estar dispuesto a escuchar a la gente, aunque en la realidad las cosas sean muy diferentes.

Ya sea por la opresión del presidente sirio y sus ataques desproporcionados, o por las acciones militares de las diferentes organizaciones y países que han intervenido en este conflicto violento, hoy se suman ya casi 400,000 muertos.

 


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