Enlace Judío – Los ministros del gabinete del gobierno de Israel comenzaron este domingo el debate sobre el presupuesto estatal 2021-2022, más de 3 años después de que el gobierno aprobara por última vez uno, informó el periódico Haaretz.

Debido a 2 años de estancamiento político y 4 elecciones, Israel está utilizando una versión prorrateada del presupuesto estatal de 2019 que se aprobó en marzo de 2018.

Se espera que el debate sea largo y la votación podría producirse el lunes. El ministro de Finanzas de Israel, Avigdor Lieberman, dijo a los periodistas antes de la reunión que confiaba en que el presupuesto es bueno y que finalmente se aprobaría.

Se espera que la Knéset, en la que Bennett tiene una mayoría ajustada, realice su votación inicial a principios de septiembre con la aprobación final del presupuesto de 14 meses programado para principios de noviembre.

Los medios israelíes han informado que los ministros están buscando 4.3 mil millones de dólares de gasto adicional.

“Todos están justificados, pero no hay suficiente dinero para todos. Es imposible complacer a todos”, dijo Lieberman.

Se espera que el gasto fiscal total, incluidos los fondos adicionales para hacer frente a la pandemia del coronavirus y el servicio de la deuda, sea de 187 mil millones de dólares en 2021 y de 173 mil millones en 2022.

El déficit presupuestario se proyecta en el 6,8% del producto interno bruto en 2021 y el 3,9% en 2022, después de alcanzar el 11,6% en 2020.

Bennett dijo a los ministros que el presupuesto sirve a todos los israelíes y no a los intereses de ningún sector específico, una referencia a que los partidos ultraortodoxos no forman parte de la coalición actual, y tiene como objetivo reducir la burocracia e impulsar la competencia en un intento por reducir los costos de vida.

Dijo que sin la coalición actual, Israel estaría en medio de una quinta campaña electoral. “Hoy traemos el presupuesto y demostramos que este es un gobierno que se ocupa de la ciudadanía y no de sí mismo”, dijo.

Lieberman ha sido criticado por los agricultores por una reforma planificada del sector agrícola, protegido durante mucho tiempo por el gobierno.

Citando una duplicación de los costos de los productos frescos durante la última década, Lieberman busca más importaciones, mientras que el estado invertirá para hacer que los agricultores sean más innovadores y eficientes.

“Es imposible protegerlos y no hacer nada”, dijo.

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