Enlace Judío México e Israel – Investigadores del Instituto Arava de Estudios Ambientales en el Kibbutz Ketura cosecharon recientemente la segunda cosecha de dátiles de un grupo de palmeras cultivadas a partir de semillas de 2 mil años recuperadas de las excavaciones arqueológicas en la región, anunció el instituto el lunes.

Después de que uno de los árboles diera frutos por primera vez en septiembre pasado, en 2021 la cosecha ha aumentado y algunos de los dátiles estarán disponibles para que los visitantes compren y prueben un alimento básico de la dieta de los antiguos judíos.

Según quienes las han probado, la fruta especial, que se asemeja a la de las especies modernas de dátiles, presenta un sabor muy dulce, similar al de la miel de acuerdo al reporte de The Jerusalem Post.

El antiguo palmeral de Ketura alberga algunos árboles.

Los investigadores del Instituto Araba con la cosecha de dátiles
Los investigadores del Instituto Araba con la cosecha de dátiles

El más antiguo, que los investigadores han llamado Matusalén, el hombre más viejo que jamás haya vivido según la Biblia, fue plantado en 2005 a partir de una semilla encontrada en Masada en la década de 1960 durante las excavaciones dirigidas por el legendario arqueólogo israelí Yigal Yadin.

Durante los años siguientes, los investigadores decidieron replicar el experimento, plantando otras 32 semillas de varias excavaciones.

Unos seis de ellos finalmente germinaron, en su mayoría de Masada o Qumran, otro sitio icónico, donde se desenterraron los Rollos del Mar Muerto de renombre mundial.

Si bien se descubrió que Matusalén era un árbol macho, algunas de las nuevas palmas resultaron ser femeninas, lo que permitió la polinización.

“Es muy emocionante probar los dátiles y ver una cantidad tan grande y significativa de fruta porque no teníamos garantías de que obtendríamos un árbol hembra fructífero”, dijo la Doctora Elaine Solowey, directora del Centro de Agricultura Sostenible del Instituto Arava, quien lidera el proyecto junto con la Dra. Sarah Sallon, directora del Centro de Investigación de Medicina Natural Louis L. Borick del Centro Médico de la Universidad Hadassah.

“Parece un milagro en varios niveles: las semillas de las excavaciones arqueológicas brotaron con éxito y, contra todo pronóstico, brotaron árboles femeninos entre ellas”, agregó. “Estamos emocionados de revivir una variedad antigua de fechas”.

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