Enlace Judío – La comunidad judía en Etiopía data de más de 2,000 años. Como cualquier población que tiene una historia de dos milenios, su historia es interminablemente rica, llena de giros, vueltas y contradicciones. 

Desde el establecimiento del Estado de Israel, más de 85,000 judíos etíopes han hecho Aliá ejerciendo la Ley del Retorno, misma que otorga nacionalidad a cualquier persona en la diáspora que pueda comprobar su judaísmo. Sin embargo, el esquema legislativo se complica cuando la historia de las comunidades no es lo suficientemente clara.

Hoy en día, hay 12,000 judíos en Etiopía que no han podido emigrar a Israel a pesar de desearlo e intentarlo de manera incansable. La comunidad es conocida por el mote de Falash Mura, que se traduce del idioma agaw como “aquel que cambia su fe”. Y es que en el siglo XIX, los Falash Mura fueron convertidos al cristianismo por misionarios. Poco después, retomaron su fe y costumbres judías pero su judeidad sigue siendo puesta en duda.

Esta comunidad es el tema del nuevo documental corto de Peter Decherney y Sosena Salomón, Dreaming of Jerusalem, disponible en la plataforma de Streaming Discovery+. Dura 25 minutos y se enfoca en los judíos de la población de Gondar en Etiopía y de la capital del país, Addis Ababa.

Con una excelente fotografía, el cortometraje nos permite conocer a las comunidades judías mediante tres individuos: Sitotaw, la cabeza de una sinagoga que busca reencontrarse con sus padres en Israel; Inoa, una activista adolescente y fundadora de la compañía de circo de Gondar; y Getu, un entrenador de futbol que llevó a su equipo al campeonato a pesar de la discriminación por parte de otras escuadras.

En el documental, el añoro por el regreso de los Falash Mura a la tierra de Israel es notorio. Su intensidad es la misma con la que otras comunidades judías a través de la historia han deseado salir del exilio. “D-os prometió juntar a toda Su gente que está esparcida en las cuatro esquinas del mundo. Nuestro sueño es que todos los hermanos y hermanas estemos unidos otra vez”, dice Sitotaw en el tráiler del filme. 

Tristemente, también han tenido que luchar contra otro mal que ha sido común a todas las demás comunidades: el antisemitismo. Además de querer regresar a Israel por motivos religiosos, los judíos de Etiopía sienten la necesidad del retorno: “donde vivimos ahora no es nuestra casa. Somos refugiados. Israel es nuestra casa. Es el lugar bendecido por D-s y es dónde queremos vivir” asevera Inoa. 

Una de las principales virtudes del documental es que no pinta a los judíos de Etiopía como sujetos políticos en busca de ser salvados, sino que los retrata como humanos en toda su complejidad. Le pasa el micrófono a los miembros de la comunidad para que ellos cuenten sus propias historias.

De igual forma, no sólo retrata los sentimientos de desesperanza de los Falash Mura, sino que pinta lo vibrante de la comunidad a través de proyectos sumamente humanos como el arte y el deporte. Todo esto, sin perder de vista a las injusticias a las que son sometidos en Etiopía (el antisemitismo y la pobreza) así como en la comunidad judía más amplia a nivel mundial (las dudas de su judaísmo y todo lo que esto conlleva).

Es importante notar que los Falash Mura han sido considerados para la Ley del Retorno en ocasiones anteriores pero la inmigración permitida está topada y el proceso para hacer Aliá sigue siendo muy complicado. A pesar de ello, el 80% de los judíos de Gondar tiene familiares residiendo en Israel. Sitotaw, por ejemplo, tiene a sus dos papás en Jerusalén y siente angustia de no poderlos ver. Con lágrimas en los ojos, afirma que “cuando mis padres me llaman de Israel, la gente llora. Sus problemas son muy complicados. A principios de este año, mi papá me dijo que estaba muy enfermo. Sigue enfermo y débil”.

El proceso de Aliá de los judíos de Etiopía no se ha acabado. Pnina Tamano-Shata, quien ocupa el Ministerio de Inmigración y es la primera persona negra en tener un puesto en el gabinete israelí, lo sabe muy bien. Hace un mes, obligó al gobierno a dar más fondos para la absorción de inmigrantes etíopes: “nunca voy a permitir que se continúe abusando a la comunidad etíope y que se les abandone hasta debajo de la lista de prioridades gubernamentales. Aquellos esperando docenas de años para hacer Aliá desde Etiopía y sus familias en Israel han sufrido lo suficiente”, escribió en Twitter.

Asimismo, sin amplia cobertura nacional, esta semana hubo una manifestación enfrente de la casa del primer ministro Naftalí Bennett pidiendo la absorción inmediata de los judíos restantes en Etiopía. 

El documental Dreaming for Jerusalem es otra oportunidad de oír la plegaria de los judíos etíopes que añoran su regreso a Israel. En el alma del sionismo está el precepto de darle una casa a cualquier judío perseguido en el mundo. Las trabas que se les ponen a los Falash Mura por asuntos semánticos sobre quién es judío no sólo permiten que sigan sufriendo de antisemitismo en Etiopía, sino que dejan a miles de familias separadas y se oponen directamente a las aspiraciones nacionales de un pueblo judío unido.

Espero que pronto los judíos de Etiopía no tengan que soñar más que Jerusalén, sino que puedan vivir ahí, sintiendo la ciudad en carne propia. Mientras tanto, no nos queda más que seguir exigiendo y presionando para que suceda, ya sea alzando la voz o donando a organizaciones como Struggle to Save Ethiopian Jewry (SSEJ), que los ayuda tanto económicamente como en los procesos de Aliá.

 


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