Enlace Judío México e Israel – La Edad Moderna no llegó a todos los judíos de Europa por igual: en Rusia, miles de ellos eran asesinados en pogromos.

En los inicios del siglo XX, los judíos de Europa se encontraban integrados a las diversas sociedades en las que vivían, gozaban de plenos derechos y aportaban tanto a la cultura como a la economía.

Esta igualdad social provocó en los judíos un gran sentimiento de identidad nacional; eran orgullosos judíos alemanes, franceses, italianos o ingleses, peleaban en las guerras que sus países atravesaban y cuando las fiestas nacionales llegaban, los judíos, como ciudadanos que eran, también celebraban. Era de esperarse, pues se trataba del siglo XX y parecía que la modernidad había dejado atrás el antisemitismo para siempre.

Los pogromos

Sin embargo, hubo un país que se mantuvo fuera de esa modernidad, se trataba de Rusia, pues mientras toda Europa ya había eliminado a sus reyes autoritarios, la enorme Rusia todavía mantenía como máxima autoridad a un zar, el cual imponía leyes muy lejanas a cualquier democracia y cualquier libertad.

Cuando en 1881 fue asesinado el zar Alejandro II, los judíos fueron culpados de ello, y la sociedad en Rusia se abalanzó contra las aldeas judías en masacres, llamadas pogromos.

No bastaba con ver en Rusia a los judíos aislados en zonas alejadas de las ciudades, tampoco bastaba con prohibirles todo tipo de actividades hasta causarles una pobreza casi insoportable.

También había que culparlos, pues a pesar de que los judíos en Rusia no tenían la más mínima injerencia, eran acusados por el zar y por la sociedad según las respectivas conveniencias. De este modo, mientras el zar lo autorizaba y la policía volteaba para otro lado, miles de judíos en Rusia eran asesinados.

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