Enlace Judío – El primer ministro, Naftali Bennett, arremetió el lunes contra funcionarios del Ministerio de Salud que asesoran al gobierno por sus enfoques sobre la pandemia, informó The Times of Israel.

“Con el debido respeto al gabinete de expertos médicos”, dijo durante una sesión informativa con periodistas israelíes tras su discurso en la ONU, “no ven el panorama completo”.

“Algunos de ellos se opusieron al refuerzo en el momento de la verdad. No acepto la respuesta de ‘a quién le importa’ con respecto al dinero y los ingresos. Los expertos médicos son una [fuente de] información importante, pero no exclusiva”, dijo.

Bennett agregó: “Ellos no toman decisiones nacionales, nosotros sí”.

El primer ministro también sugirió que los funcionarios de salud no tenían suficientes respuestas cuando se les preguntó sobre sus recomendaciones de política.

“Cuando les pregunté por qué teníamos que cerrar una actuación de Shlomo Artzi debido a esta o aquella comunidad, tartamudearon”, dijo, refiriéndose al popular cantante israelí.

Bennett pareció emitir críticas más suaves a los funcionarios de salud israelíes durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU el lunes temprano.

“Dirigir un país durante una pandemia no se trata solo de salud. Se trata de equilibrar cuidadosamente todos los aspectos de la vida que se ven afectados por el coronavirus, especialmente el empleo y la educación”, dijo.

“Si bien los médicos son un aporte importante, no pueden ser ellos los que dirijan la iniciativa nacional. La única persona que tiene un buen punto de vista de todas las consideraciones es el líder nacional de cualquier país. Sobre todo, estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para proporcionar a las personas las herramientas necesarias para proteger sus vidas”.

Tras las declaraciones de Bennett, el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, expresó su respaldo a los funcionarios que asesoran al gobierno.

“Que quede claro: los expertos del Ministerio de Salud están haciendo un trabajo excelente y dedicado… Están salvando vidas, todos los días”, tuiteó Horowitz. “Sus recomendaciones profesionales son la primera consideración que nos guía, aunque no la única”.

También dijo: “Está permitido y es necesario expresar cualquier opinión sobre la conducta de los políticos, incluso si nos resulta incómodo. Ese es el papel de los expertos”.

Los comentarios se produjeron después de que se convocara una reunión del gabinete del coronavirus para el domingo, la primera vez que se reunirá el foro de alto nivel en un mes. La última vez que se reunió el gabinete fue a fines de agosto, antes de que comenzara el año escolar y antes de las Fiestas Mayores.

Con cifras recientes mixtas, los funcionarios del gobierno y del Ministerio de Salud parecen tener una disputa sobre la imposición de restricciones adicionales al coronavirus, y Bennett, según reportes, ha decidido no limitar más las reuniones.

Al reunirse el sábado por la noche con el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, el comisionado del coronavirus Salman Zarka, el director general del Ministerio de Salud, Nachman Ash, y los directores de los servicios de salud de Israel, Bennett dijo que las restricciones propuestas a las reuniones dañarían la economía y no reducirían la morbilidad.

“La política del gobierno es un Israel abierto junto con una guerra implacable y sofisticada contra el virus. No cuarentenas, cierres, más y más restricciones, que es lo más fácil de hacer, sino soluciones”, dijo, según el sitio de noticias Ynet.

“Pienso en los pacientes. Todos en el pabellón de coronavirus son un dolor de corazón, pero también pienso en la economía, la educación, los padres que tienen que trabajar y los niños que tienen que estudiar”, agregó.

Según reportes, las tensiones entre los funcionarios de salud y los miembros del gabinete han aumentado en los últimos días, mientras que funcionarios han advertido sobre la necesidad de nuevas restricciones al público, a las que los ministros se han resistido.

Durante una reunión la semana pasada, un panel asesor del gobierno instó a los ministros a reconsiderar su enfoque de la pandemia, pidiendo una política que ponga mayor énfasis en la reducción de los casos graves e instando a más limitaciones en las reuniones.

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