Enlace Judío México e Israel – “Las vacunas pierden parte de su efectividad”, “cada día hay 10 millones de fábricas de virus en el mundo”, “sólo las personas con inmunosupresión deberían de considerar la aplicación de una tercera dosis” son algunas de las frases de Moreno Sánchez en entrevista con Carol Perelman.

El próximo invierno puede ser la prueba final frente al virus. Acelerar la vacunación y seguir usando cubrebocas podrían ser la clave para, al fin, superar la pandemia. Al respecto, Francisco Moreno Sánchez y Carol Perelman conversaron en exclusiva.

Con 500 mil casos activos detectados en el mundo, y considerando que la mayor parte de las infecciones por SARS-CoV-2 pasan inadvertidas en los recuentos estadísticos, se puede calcular que cada día “hay 10 millones de fábricas de virus en el mundo todo el tiempo”, dijo el doctor Francisco Moreno Sánchez, jefe de Medicina Interna del Centro Médico ABC, en una conversación con Carol Perelman para Enlace Judío.

El médico admitió que “daría la impresión de que la reapertura escolar no tuvo un impacto” en la epidemia en México, pero se dijo preocupado por la posibilidad de que nuevas variantes, más resistentes a las vacunas aprobadas hasta hoy, puedan surgir y dominar el panorama epidémico.

“Tenemos que disminuir la dispersión viral, y la única manera de hacerlo es usando cubrebocas y vacunándonos”, dijo el Premio Nacional de Salud 2020, antes de abordar el tema de la duración de la inmunidad de las vacunas que se han estado aplicando en México y otros países.

Las vacunas no son eternas

Al respecto, Moreno Sánchez señaló que diversos estudios han mostrado que las vacunas pierden parte de su efectividad con el paso del tiempo, como lo hace la inmunidad natural otorgada por una primera infección. Además, dijo, hay variantes como la Mu, que son más resistentes a las vacunas conocidas, lo que se suma a la pérdida natural de anticuerpos neutralizantes para formar un coctel peligroso.

Moreno Sánchez dijo que aunque la variante Delta sigue ganando la carrera y no ha permitido que otras variantes, más resistentes a las vacunas y a la inmunidad natural, se impongan, si la transmisión continúa al ritmo actual, en cualquier momento puede cambiar esa tendencia y llegar una variante que comprometa la efectividad de todas las vacunas.

El experto señaló que todavía no es posible determinar cuánto tiempo dura la protección otorgada por cada vacuna, puesto que se trata de un proceso dinámico, pero señaló que “las vacunas no son eternas”.

Dio el ejemplo de los estudios que señalan la disminución de los títulos de anticuerpos neutralizantes de vacunas como Pfizer y Moderna, lo que ha llevado al gobierno de Estados Unidos a comenzar a sugerir la necesidad de aplicar una tercera dosis de dichas vacunas.

Terceras dosis

Al respecto, Moreno Sánchez fue enfático al afirmar que en México no se debe aplicar terceras dosis. “Tenemos que dejar vacunas para mexicanos que no han tenido oportunidad de vacunarse”, dijo, y recordó que prácticamente la mitad de la población sigue sin protegerse del virus en nuestro país.

“En México, necesitamos más vacunados, en lugar de pensar en más gente con más vacunas… Es prioridad que logremos que la población se vacune. Los adolescentes tienen que vacunarse, no solamente los que tienen comorbilidades”, opinó.

En el caso de los niños, el médico recordó que ya hay estudios con la vacuna de Pfizer que prueban su seguridad en menores de 5 a 12 años, y dijo que pronto veremos a esta población vacunarse en diversos países. Lamentó que no sea el caso de México, donde el gobierno se ha rehusado a vacunar siquiera a los adolescentes, a menos que padezcan enfermedades crónicas que comprometan su respuesta a la infección.

Respecto a quién debería de aplicarse una tercera dosis de la vacuna, Moreno Sánchez dijo que solo personas con inmunidad comprometida, como pacientes de VIH, personas que reciben quimioterapia o que han sido trasplantadas con algún órgano, personas de edad muy avanzada y pacientes con padecimientos autoinmunes.

Dijo que las personas que quieran aplicarse una tercera dosis deberían de viajar a Estados Unidos, donde “sobran las vacunas”, y no usar una vacuna que podría salvarle la vida a uno de los muchos millones de mexicanos que todavía no han tenido acceso a los biológicos.

Una y otra vez, Moreno Sánchez pidió a la gente ser solidaria y pensar que, al final, si el virus continúa dispersándose, surgirán nuevas variantes que hagan que las personas vacunadas con dos, tres o cuatro dosis sean vulnerables nuevamente.

Combinación de vacunas

Francisco Moreno Sánchez habló también sobre la combinación de vacunas de distintas farmacéuticas. Dijo que hay dos tipos de uso de dichas combinaciones: las que pretenden completar un esquema de dos dosis, y las que se aplican como refuerzo o tercera dosis.

Señaló que faltan muchos estudios para saber qué tan seguras y efectivas son las distintas combinaciones posibles entre vacunas, y recordó que solo Pfizer y AstraZeneca se han intercalado en esquemas vigilados y estudiados científicamente para saber si su combinación es efectiva.

También dijo que, al parecer, la tercera dosis de las vacunas aplicadas hasta ahora parece tan segura como la segunda y no implica efectos adversos, aunque insistió en que solo las personas con inmunosupresión deberían de considerar la aplicación de una tercera dosis.

Lo que sabemos de cada vacuna

Carol Perelman y Moreno Sánchez hicieron un recuento de lo que sabemos de las vacunas que se han aplicado en México:

AstraZeneca: sabemos que la combinación con Pfizer fue exitosa donde se ha aplicado. “Hay estudios que dicen que podría ser hasta mejor que las dos dosis de” cualquiera de las dos. No hay estudios respecto a combinarla con otra vacuna de vector viral. “Probablemente vamos a tener que ir aprendiendo con el transcurso del tiempo.” Se están haciendo estudios en Europa y en Argentina, combinándola con Sputnik, pero todavía no hay resultados.

Pfizer: solo los pacientes inmunocomprometidos deberían pensar en una tercera dosis.

Sinovac: En Chile, Uruguay y República Dominicana están poniendo un refuerzo de Pfizer a quienes ya recibieron esta vacuna, porque “se está viendo que la inmunidad disminuye después de seis meses.”

CanSino: “No puedes confiar en una farmacéutica que no te entrega resultados”, dijo sobre esta marca Moreno Sánchez. Agregó que “desafortunadamente no ha entregado (los resultados de su estudio de) fase tres. Se vacunó al magisterio, lo cual me parece de mucho riesgo (…). El vector es un adenovirus tipo 5 que es muy frecuente en nosotros (…)”, por lo que puede ser inocuo y no propiciar una reacción inmune adecuada. El médico opina que los maestros deberían de recibir una dosis de alguna vacuna.

Sputnik: Estados Unidos anunció que próximamente no permitirá el ingreso de personas que no tengan un esquema completo de vacunas autorizadas, entre las cuales no se encuentra Sputnik. Moreno Sánchez dijo que muchos profesionales tienen que viajar por su trabajo a EU, por lo que “le recomendaría a esa gente que se ponga una vacuna de Johnson & Johnson”. Es un comentario empírico porque no hay evidencia científica, dijo.

Johnson & Johnson: con esta vacuna “tienes pasaporte de inmunidad”, dijo, aunque se trata de una de las vacunas cuyos sujetos más rápido han perdido anticuerpos neutralizantes, “y sí se compara con un aumento en el número de casos sintomáticos, por eso están recomendando una segunda dosis”, dijo. Agregó que “si tienes Johnson & Johnson, espérate a que tengas seis meses y ve a Estados Unidos a vacunarte”, pues ahí sobran vacunas.

Anticuerpos neutralizantes y un invierno que se aproxima

Francisco Moreno Sánchez dijo que no hay una manera sencilla de saber en qué punto se pierde la inmunidad adquirida por una vacuna. “Realmente no hay una cifra que te diga ‘ya pasaste de protección a no protección.’ Los estudios que realizan los laboratorios comercialmente, miden los anticuerpos generales, no los neutralizantes, por lo que tampoco es útil hacerse una prueba para determinar qué tan protegidos estamos tras recibir la vacuna.

El médico dijo que, por desgracia, las vacunas tienen una efectividad limitada, y que hay personas que seguirán enfermando y muriendo a consecuencia del virus. Se trata de personas que “no desarrollaron una inmunidad adecuada”, debido a problemas de salud. Pero recordó que, pese a eso, es mucha más gente la que sí responde a las vacunas y salva la vida gracias a ellas.

Respecto a la proximidad de la temporada invernal, que podría coincidir con un repunte de la epidemia en este hemisferio, Moreno Sánchez dijo que tenemos que seguir usando cubrebocas, ventilando los espacios cerrados y evitando las aglomeraciones.

Confiar en los avances de la ciencia

También recomendó el uso de medidores de concentración de Co2 para monitorear la posible saturación virus en aerosoles. Medidas como estas, dijo, incidieron en que en el último año se hayan presentado menos casos de influenza y otras enfermedades infecciosas que se contagian por el aire.

A pregunta expresa sobre si cree que para la próxima primavera “estemos del otro lado”, Moreno Sánchez dijo que “todo depende de este invierno, yo espero que sí (…), de verdad que estamos cansados, estamos agotados, muy frustrados…”.

Agregó que “todo depende de nosotros”. Dijo que el gobierno debe acelerar la vacunación pero que la sociedad tiene la responsabilidad de seguirse cuidando para evitar la dispersión del virus.

Llamó a quienes no creen en las vacunas a no desinformar o influir en otros. “Si no crees en las vacunas, no le creas miedo a los demás. Quédate con tus creencias.”

Para finalizar, hizo un llamado a confiar en los avances de la ciencia, que han permitido que al día de hoy se hayan aplicado más de 6 mil millones de dosis de vacunas contra una enfermedad que hace dos años ni siquiera existía.

“Confiemos en la ciencia. Vivimos en un mundo tecnológicamente avanzado, ¿por qué pensar que tenemos que regresar a la época de las cavernas?”

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