Enlace Judío – En una semana se celebra Lag Baomer esta es una festividad muy especial que surgió como una tradición impulsada por los cabalistas en el siglo XVI y ha continuado en nuestras comunidades hasta la fecha. En ella celebramos varias cosas entre ellas la continuación de la Torá Oral hasta nuestros días. Hay muchas formas de celebrarlo y se hacen fiestas extraordinarias, sin embargo hay lugares que por una razón u otra han decidido tomar esta festividad como símbolo de su identidad y destacan por las grandes fiestas que hacen. Los siguientes tres lugares son muy especiales para visitar en Lag Baomer por los festejos que realizan y el lugar que le han dado a esta festividad en su historia individual como comunidad.

Las fogatas de Merón

Lag BaÓmer. Fogata jasídicaUno de los lugares más conocidos y famosos por sus celebraciones de Lag Baomer es Merón; un pueblo pequeño al norte de Tzfat. Según cuentan quienes lo han visitado fuera de las festividades es un pueblo muy pequeño, muy tranquilo sin mucho más encanto que cualquier otro, pero el 18 de Iyar (Lag Baomer) todos los años llegan al rededor de medio millón de personas, judíos de todas las nacionalidades y el lugar se llena de vida. Hay campamentos por todas partes, bailes, cantos, fogatas y la gente ofrece comida refrigero a todo el que participa de las festividades. Hay quienes incluso traen animales vivos para sacrificar y festejar el Upsherin (primer corte de pelo) de sus hijos.

Aunque hay judíos de varias denominaciones y contextos religiosos (seculares, ortodoxos, masortíes, etc) los jasídicos predominan en la escena. Cada comunidad organiza su propia fogata, las cuales destacan por ser enormes y masivas, la más conocida y concurrida pertenece al grupo jasídico de Boyan (que originalmente proceden de Ucrania).

La razón por la que cada año se llena de personas este lugar es precisamente porque en él se encuentra la tumba de rab Shimón bar Yojai, la gente busca este espacio para honrar su memoria y conectar con sus enseñanzas. Él fue un gran rabino de épocas de los tanaítas; uno de los cinco sobrevivientes de rabí Akiva tras la plaga que mató a 24,000 estudiantes y quien le debemos la continuación de la Torá Oral. Se le conoce como el padre de la Cabalá, pues a través de leyendas se le adjudica, tanto un carácter milagroso como la escritura del Zohar (dependiendo de la corriente religiosa dichos relatos son leídos literalmente o como metáforas). Lag Baomer es su yortzait (su aniversario luctuoso), según se cuenta fue el día que reveló gran parte de sus enseñanzas y pidió que fuera un día de celebración en vez de luto.

Aparte de la tumba de rab Shimón bar Yojai también se encuentran las tumbas de otros grandes rabinos como las de Hillel y Shammai, de hecho las peregrinaciones a Meron empezaron con quienes visitaban los restos de estos dos grandes rabinos; sin embargo toman fuerza cuando los cabalistas retoman la figura de rab Shimón. La costumbre se empieza a popularizar en el siglo XVI gracias a las enseñanzas de rabí Isaac Luria (el Arizal) que al vivir en Tzfat vuelve tradición visitar la tumba de rabí Shimón en Lag BaÓmer.

La procesión a la Ghriba de la Djerba

Aunque no llega a medio millón de personas otro lugar donde Lag Baomer se festeja a lo grande es en Djerba, Túnez. Ahí se encuentra la Ghriba, la sinagoga más importante de África y la más antigua de Túnez. Ésta fue construida en 1500 aunque el recinto actual data de 1800, es la única sinagoga de la isla que cuenta con los cinco rollos de Torá y se hizo de esa forma precisamente para conservarla como un lugar de importancia. La leyenda cuenta que cuando Nabucodonosor destruyó el Primer Templo, y empezó el exilio judío, algunos cohanim (sacerdotes) lograron tomar piedras y reliquias del Templo y protegerlas en la isla, se piensa que la sinagoga fue construida con algunas de esas piedras.

Otra historia narra que una mujer santa vivía cerca del sitio donde fue construida la sinagoga, que esa mujer era despreciada por la comunidad de la isla pero al incendiarse su casa tras un accidente su cuerpo, aunque sin vida, no se quemó evidenciando así su santidad. Por ello se decidió construir la sinagoga para honrar su recuerdo y remediar el daño causado en vida. Algunos dicen que el día en que esta mujer santa murió fue Lag BaÓmer y gracias a ello empezaron las grandes fiestas que se hacen en este día.

Lag BaÓmer. ProcesiónPara los locales es sin duda la festividad que se celebra con mayor ahínco, es el día que más gente asiste a la sinagoga y hay peregrinaciones de todas partes del mundo de tunecinos que regresan a su casa para celebrar este día o judíos árabes cercanos a la región que deciden parte de las festividades; incluso hay musulmanes que deciden presentarse para demostrar relaciones amistosas con los judíos, al igual que uno que otro turista europeo.

A diferencia de otros lugares la fiesta dura más de un día pues no sólo se celebra el aniversario luctuoso de rab Shimón bar Yojai, en esta región también celebran la vida de rabí Meir Bal HaNess, otro gran tanaíta. Durante estos días hay música, alcohol, bailes y rezos; es el único día del año en que no separan hombres y mujeres para la celebración. La gente suele prender velas en el recinto, visitar la tumba de la santa y existe una tradición de escribir sus deseos en huevos duros y dejarlos en la sinagoga. De todos los eventos que se llevan a cabo en la isla, el más importante es una procesión que se realiza donde también se visitan otras sinagogas del lugar.

Durante ésta se pasea por las calles una Menorá (candelabro) gigante montada sobre tres ruedas. La misma tiene representaciones de las doce tribus, los nombres de las matriarcas y patriarcas de la Torá, de los rabinos más importantes de Túnez, bendiciones en honor a rabí Meir Bal HaNes y rabí Shimon Bar Yojai, y una estrella de David que contiene el nombre de Shadai (D-os) en ella. Mientras caminan, los peregrinos cantan canciones de alabanza a rabí Shimón y rabí Meir; la más común es aquella en la que piden su regreso para ser salvados del Exilio.

El candelabro se introduce en la Griba al atardecer y se prenden velas en sus brazos. Está adornado con una gran variedad de telas y velos coloridos, como se hace con las novias en la región, incluso se le llama “Arusa” (prometida) a la Menorá. De esta forma se simboliza el matrimonio místico que hubo en entre el pueblo judío y D-os al recibir la Torá y es una forma de honrar el pacto que hay a través de su observancia; pues precisamente Lag Baomer es el día que celebramos haber recibido la Torá Oral.

El desfile de Brooklyn

Otro evento importante es la feria y el desfile que los jabadnik (jasídicos pertenecientes a la rama de Jabad) organizan en Brooklyn, Nueva York. Este es un desfile masivo guiado por conciertos que concluye en una feria para niños. Se llevan pancartas, se ofrece transporte gratuito y refrigerios para quienes asisten. Es una costumbre que se ha replicado en otras ciudades con poblaciones grandes de jasídicos como Montreal. El primero en organizar este desfile fue el rebe Menachem M. Schneerson en 1953.

Fue un momento muy importante para la época y el desarrollo de una identidad judía en Nueva York. Ocho años antes había terminado la Segunda Guerra Mundial, muchas familias de judíos orientales (ashquenazim) se encontraban en condiciones poco favorables materialmente hablando y al ir a la escuela pública, los niños empezaban a sentir vergüenza de ser judíos. El grupo de Jabad tomó como misión que el judaísmo no se perdiera entre la gente poco beneficiada, hicieron escuelas de domingo y arreglaron con el gobierno y las familias que los niños pudieran al menos una hora de su día en la escuela para aprender de judaísmo.

En el marco de las actividades que hicieron para fortalecer la identidad judía el desfile de Lag BaÓmer fue sumamente importante, porque era una forma de enseñar que uno puede vivir su judaísmo en la esfera pública también, que no tiene porque esconder su identidad. A lo largo de las décadas el rebe dio temas distintos al desfile para apoyar a los grupos comunitarios que necesitaban apoyo en ese momento. Por ejemplo en los años ochenta dio el discurso en ruso en vez de idish para integrar a los inmigrantes que huían de la Unión Soviética. Escogió específicamente Lag BaÓmer para hablar de rabí Akiva, de la importancia de la unión y el apoyo en el pueblo judío y el pasar de los años con la Torá en las generaciones.

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