Enlace Judío- En la actualidad, el Estado de Israel y sus fronteras es un complejo escenario con la autoridad palestina al Este, la organización terrorista Hamás al Oeste y Hezbolá al Norte, ¿pero cómo era en las primeras décadas del siglo XX, cuando la violencia entre árabes y judíos apenas iniciaba?

Ante la violencia de la revuelta árabe en 1936 los británicos realizaron una investigación del conflicto a través de la Comisión Peel, quienes sugirieron dividir el territorio de Palestina en dos: uno árabe y otro judío.
Jaim Weizmann, Presidente de la Agencia judía en Palestina, se dirigió a su comunidad diciendo: “Aquí estamos en esta época amarga, existe la posibilidad de crear un punto, pequeño quizás, pero decente, ¡nuestro! Tengo la seguridad de que éste será el comienzo de la redención”.
Sin embargo, el debate no paraba en la sociedad, los árabes rechazaron la propuesta de partición, mientras que los judíos se preguntaban por qué hacer otra concesión a los árabes si ya se les habían otorgado miles de kilómetros cuadrados al crear el país de Jordania.
De pronto las polémicas dejaron de importar, cuando en 1939 se emitió un libro blanco más, de nuevo, los británicos limitaban la inmigración judía a Palestina causando un gran enojo en todos los rubros de la causa sionista.
Los judíos reclamaban el cumplimiento de la promesa que los británicos habían hecho a través de la declaración Balfour, una promesa que llevaba 20 años sin cumplirse; por su parte, los árabes exigían que las inmigraciones de judíos pararan, pues paulatinamente y frente a sus ojos, las tierras vendidas a los judíos estaban provocando la pérdida de sus territorios, los intereses de árabes palestinos y sionistas no pudieron ensamblarse, así que cada pueblo mostró su determinación y sembró la semilla de un conflicto que dura hasta el día de hoy.


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