Enlace Judío México e Israel – Para un mundo que apenas va dejando atrás la pandemia de covid-19, el surgimiento de la viruela del mono es motivo de alarma. Sin embargo, se trata de una enfermedad muy diferente. Al respecto, Francisco Moreno Sánchez conversó con Carol Perelman. 

Hace unos días, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesusdeclaró a la viruela del mono emergencia de salud pública de importancia internacional, infame título que antes ostentaron otras enfermedades como el Zika, la influencia AH1N1 y, claro el covid-19. 

Venimos de una pandemia de covid 19, que tiene características muy especiales que hacen que la gente tenga este temor justificado al escuchar la declaratoria de la OMS, dijo el doctor Francisco Moreno Sánchez, en entrevista con Carol Perelman para Enlace Judío. 

Sin embargo, el médico señaló que existen importantes diferencias entre la amenaza que suponen una y otra enfermedad. Esto no es covid19, no es una enfermedad que tenga la transmisibilidad ni la mortalidad del mal que mantuvo al mundo en vilo en los últimos dos años y medio. 

La viruela del mono no es una enfermedad nueva

Otra diferencia significativa, dijo Moreno Sánchez, es que la viruela no es una enfermedad nueva. Cuando emergió el covid, en diciembre de 2019, el mundo no sabía a qué se enfrentaba. No se conocía su periodo de incubación, su letalidad o cómo tratarlo. Tampoco había una vacuna. 

La viruela del mono, en cambio, se presentó en humanos por primera vez en los años 70 del siglo pasado. Existe un tratamiento antiviral efectivo para mitigar sus efectos y también una vacuna, aunque esta no se ha fabricado ni distribuido masivamente todavía. 

Hay otra diferencia importante: la viruela del mono se transmite cuando el paciente ya presenta síntomas. Esto hace que la enfermedad sea más fácil de contener, siempre y cuando se aísle a los pacientes oportunamente. 

Es importante evitar el contacto con los objetos personales del paciente, los utensilios, las sábanas, la ropa, las toallas y otros objetos pueden contener y transmitir el virus, que puede llevarse de las manos a otras partes del cuerpo, donde finalmente pueden presentarse las temidas lesiones cutáneas. 

Información vs estigma

Moreno Sánchez y Carol Perelman se refirieron a un estudio científico publicado recientemente, que encontró algunos datos interesantes sobre el comportamiento de esta enfermedad, recabados en 16 países donde ya se han registrado numerosos casos. 

Son más vulnerables los pacientes que tienen una promiscuidad sexual; ha sido más frecuente en hombres que tienen relaciones con hombres pero no se limita a este grupo, aclaró Moreno Sánchez, quien hizo un llamado a evitar la estigmatización de los pacientes. El tratamiento y aislamiento oportuno de los enfermos es fundamental para contener la epidemia, aseguró, pero si los pacientes tienen miedo de admitir que están contagiados, ese proceso se puede retrasar. 

El médico aludió a lo ocurrido durante los años ´80 del siglo pasado, cuando la gran epidemia del sida ocasionó terribles estragos sociales en poblaciones de riesgo, comúnmente asociadas a esta enfermedad. 

Hizo un llamado a las autoridades de salud de México para que comiencen a vacunar a las poblaciones de mayor riesgo. Lamentó que no se ve mucha preocupación por parte de nuestras autoridades para adquirir la vacuna y comenzar a aplicarla. 

Los síntomas y el contagio

El Premio Nacional de Salud 2020 explicó también que el periodo de incubación del virus que causa la viruela del mono va de los 5 a los 20 días, aunque la mayoría de los casos se presentan a los siete días de la exposición al patógeno. 

También advirtió que estos síntomas, sin embargo, pueden presentarse de manera gradual y, al principio, ser leves o poco característicos, por lo que algunos pacientes pueden subestimarlos y no saber que lo que padecen es esta enfermedad. 

Fiebre, malestar general, dolor de cabeza y de cuerpo, crecimiento de ganglios en el área inguinal pueden anteceder a la aparición de las lesiones cutáneas que caracterizan a la viruela del mono, y cuya aparatosidad ha sido clave para despertar el temor de una población mundial que apenas comienza a dejar atrás el trauma de la pandemia. 

Aunque solo los pacientes sintomáticos pueden transmitir la enfermedad, y no de una manera tan fácil como el covid-19, pues se necesita un contacto más directo con la saliva, los fluidos corporales o las lesiones del paciente, una vez que alguien está infectado puede transmitir la viruela hasta por 28 días, lo que permite que, si el paciente no se aísla y no tiene precauciones, varias personas resulten contagiadas. 

Moreno Sánchez dijo que, de acuerdo con el estudio citado, entre 10 y 13% de los pacientes con viruela del mono requieren hospitalización, especialmente para la mitigación del dolor que producen las lesiones cutáneas, pero también para tratar síntomas de mayor gravedad, como la miocarditis o la encefalitis. 

Respecto a la mortalidad del virus, Moreno Sánchez dijo que las cifras pueden estar alteradas por la presencia concomitante de otras afecciones, como el VIH, especialmente en países africanos. 

El internista del Centro Médico ABC aseguró también que estamos por conocer la evolución en pacientes embarazadas, pero cabe suponer que la infección por esta viruela puede aumentar el riesgo de aborto, nacimiento prematuro o malformaciones en el feto. 

Viruela humana y viruela del mono

Moreno Sánchez habló de la relación entre la viruela humana y la viruela del mono. Dijo que las personas vacunadas contra la primera pueden tener cierto grado de protección contra la segunda. 

Recordó que la viruela humana, emparentada con este otro tipo de viruela, es una de las enfermedades más mortíferas que hallamos enfrentado. Se calcula que más de 500 millones de seres humanos han muerto a través de la historia por la viruela humana.

La vacunación fue esencial para combatir la viruela. En los años 70, la OMS declaró que había sido finalmente erradicada del mundo. Eso ocasionó que la vacuna dejara de aplicarse en los años 80, por lo que la mayoría de las personas de menos de 40 años no se encuentran inmunizadas. 

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío