Enlace Judío México e Israel – A muchos de nosotros nos enseñan que en el trabajo es donde más debemos obedecer, seguir reglas, quedar bien con los demás, acatar órdenes, entender qué quiere el jefe y asegurarnos de cumplirlo al pie de la letra… casi casi adivinarle el pensamiento y sin preguntar y mucho menos cuestionar. Es donde se supone que no debemos pintar ni tantito fuera de la raya. ¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!

En realidad, el crecimiento de una empresa o de cualquier institución depende en gran medida del desarrollo personal de sus empleados; del atrevimiento de estos a dudar, aportar, crear y pensar fuera de la caja. Un empleado obediente y con poca iniciativa, que no se atreve a pintar fuera de la raya, difícilmente podrá hacer una diferencia significativa en su vida, en la de sus compañeros y en la institución. Vivir de juntar estrellitas no ayuda a avanzar ni a innovar. Los perritos de circo viven del aplauso de su público… no avanzan mucho más allá de ser perritos de circo. Hay personas que prefieren ser perritos de circo… y ¿tú?

Es clave en una institución que sus empleados se pongan la camiseta. Eso implica entender el objetivo de la institución, de qué se trata nuestro trabajo, asegurarnos de hacerlo crecer y ayudar a mejorar y desarrollar la institución en la que laboramos. Para ello nuestra prioridad no puede ser quedar bien y obedecer, sino por el contrario, atrevernos a innovar, a hacer la diferencia siendo empáticos, responsables, creativos y éticos.

Para lograr todo esto atrévete a cuestionar. No creer ciegamente todo lo que te dicen, es clave para aprender. Todos tenemos el derecho y la capacidad de dudar, investigar y experimentar. No siempre tendremos el apoyo de los demás para hacerlo. No importa. Las mayorías no necesariamente tienen la razón. Veamos hacia dentro de nosotros… preguntemos que nos dice esa vocecita que todos traemos; analicemos que lograron quienes se atrevieron a hacer las cosas de modo diferente a las mayorías.

Y por último, es clave para tu crecimiento y el de la institución pensar de formas poco convencionales. Esto es algo que todos podemos aprender a hacer si buscamos nuevos ángulos desde los cuales enfocar las cosas. Hacerlo nos facilitará encontrar soluciones innovadoras. A cualquier cuadrado le podemos encontrar un círculo o un triángulo; es cosa de buscárselo.

Me encanta el ejemplo del director de hace muchos años de Coca Cola, el Sr. Roberto Goizueta. En una reunión con sus altos ejecutivos le presumieron que la empresa vendía la gran mayoría de los refrescos del mundo. Él en vez de felicitarlos, les preguntó: “¿Oigan y qué porcentaje de las bebidas a nivel mundial vendemos?” “El “2%”. “Pónganse a trabajar… ya saben la línea a seguir… ¡bebidas, no solo refrescos!”.

Piénsale por favor, compártelo con tus cuates.


 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío. Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío