Enlace Judío – La Torá es texto que escatima en palabras, su narración es breve frente a la cantidad de información que trasmite y el dramatismo se construye más a través de lo que alude, que por lo que se explaya. Por eso cada detalle importa, porque cada detalle carga consigo un sin fin de alusiones y significados. Los lugares que se narran suelen tener un peso simbólico más allá de la descripción que se da. Los siguientes son cuatro lugares importantes en la narración de la Torá y su carga simbólica.

Mitzraim – Egipto

Este es uno de los lugares más emblemáticos de la Torá, pues ahí es que las tribus de Israel terminaron por consolidarse en un sólo pueblo cuando decidieron salir juntos de la esclavitud y tomar a D-os como el centro de su unidad. Es donde ocurrieron las plagas con las cuales D-os se reveló al mundo y es el lugar donde creció y se desenvolvió Moisés en la primera etapa de su vida.

Dentro de la simbología de la Torá este lugar representa la materialidad nociva. Se remarca mucho la explotación que los hebreos vivieron en ella y los abusos que los egipcios tenían con los pueblos que consideraban esclavos. Se critica mucho las prácticas idolatras que se tenían y la veneración que se le daba al faraón; llegando incluso a considerarse a éste como un dios mismo. Se dice que Egipto se volvió soberbio cuando se acostumbro a la abundancia; al ser una tierra con río propio (el Nilo) no dependía de nada externo a sí mismo, no necesitaba si quiera de la lluvia y eso empujo a sus habitantes a valorar la fuerza por encima de la ética. Se le pinta también como una sociedad sumamente militarizada.

Cabe resaltar que en el relato los hebreos llegaron a Egipto como hombres libres, con el apoyo de Yosef cuando este era visir y a lo largo de 400 años fueron cediendo en su independencia hasta convertirse por completo en esclavos. Por ende, en varios momentos Egipto representa la perdida de la libertad tanto a nivel físico y material como a nivel ético y espiritual. En el seder de Pésaj recordamos que fuimos esclavos en Egipto y este lugar se convierte en una metáfora muy significativa a lo largo de los textos judíos.

Midbar – el desierto

El Midbar, el desierto, es el lugar donde los judíos deambularon por cuarenta años antes de llegar a la tierra prometida. Cuando D-os habla con Moisés se presenta frente a él como el D-os de Abraham, de Isaac y de Jacobo; le promete liberar a su pueblo y dirigirlos a la tierra que prometió a sus antepasados. Antes de que ello ocurra los judíos pasan décadas en el desierto sin poder tener una tierra propia, sin poder consolidarse realmente como una nación a la expectativa de lo que pudiera ocurrirles.

Lo que es sumamente interesante de este lugar es que de los cinco libros de la Torá cuatro ocurren en el desierto o se refieren a él. Es así porque en el desierto es que la Torá fue entregada y en el desierto es que el pueblo judío aprende las leyes de D-os y supera las pruebas que se le presentan, es en cierta forma una etapa de preparación. El desierto por ello adquiere un doble significado simbólico: por un lado representa el momento que mayor cercanía ha habido con D-os en la historia de la humanidad, pero también representa un reto, porque representa la mayor dependencia en D-os. Puede ser a la vez la tranquilidad del sentirse protegido, como el miedo al futuro, la inestabilidad, el desconocimiento y el misterio.

La tierra de Israel

La tierra de Israel es la tierra que abunda en leche y miel. Es la tierra que fue prometida a Abraham, Isaac y Jacobo, y en cuyo sueño los hebreos fueron liberados. Moisés no llega a verla y toda la generación que salió de Egipto muere antes de llegar a ella. Sin embargo, es ahí donde el pueblo de Israel finalmente puede prosperar como nación, y donde se pueden realizar en plenitud los mandatos de la Torá.

La tierra se entiende también como la comunicación que existe entre D-os y el pueblo de Israel, a veces incluso como la materialización perfecta de la vida espiritual. Por eso se hace tanto hincapié en la lluvia, es a través de la lluvia que la tierra puede dar su cosecha, y es la lluvia la que representa la bendición divina, la respuesta de D-os al hombre. En cierto sentido la tierra representa ambas tanto la petición del hombre como la respuesta de D-os.

Jerusalén

De todo el territorio actual del estado judío, Jerusalén ha de ser una de las ciudades más controvertidas, no es de a gratis que tres de las principales religiones en el mundo confluyan en ella pues el pasado histórico que tiene es enorme. Para los judíos Jerusalén siempre ha sido un lugar sagrado. Su principal importancia radica que en ellas se encontraba el Gran Templo. Éste fue construido sobre el Monte Moriá, el lugar sagrado donde Abraham iba a sacrificar a Isaac. En él se encontraba el arca que contenía la tabla y en él se realizaban todos los sacrificios y ritos de purificación que la casta sacerdotal llevaba a cabo. Hasta la fecha en recuerdo a esos momentos todos los templos judíos en el mundo dirigen sus rezos a Jerusalén. Se le considera el epítome de la espiritualidad judía.