Enlace Judío – El 5 de noviembre fue el onomástico de mi amigo de la niñez y los primeros cuatro años de la adolescencia, Jacobo M. Hubiera cumplido, como yo cumplí el 20 de octubre pasado, 82 años.

Le he sobrevivido alrededor de 60 o 65 años, no recuerdo bien. Se cortó nuestra comunicación cuando él emigró a Israel en los 60 al Kibutz Or Haner. Murió joven de una rara enfermedad, por las noticias que recibí, de un virus. Casualidades de la vida, Jacobo se casó con una prima de mi primera esposa, Sary Z”L,  

Tuvieron un hijo que durante muchos años vino a visitar a México a la familia de Jacobo. Sholem, era el hermano de Jacobo, nunca tuve la oportunidad de verlo. El falleció el año pasado, tendría 85 o 86 años. 

El padre de Jacobo, Moishe, era shnaider (sastre) igual que mi papá. Frecuentemente se reunían en mi casa a jugar barajas. 

La mamá de Jacobo, Celia, una fornida mujer muy blanca, era muy amable, mantuvo una relación estrecha con mi mamá. Recuerdo que hacia mantequilla casera en un recipiente con una aspa, que las hacia girar hasta que la leche que vertía en el mismo recipiente y se convertía en mantequilla. El padre de Jacobo era nervioso y muy estricto con él.

Otro sastre que asistía a las reuniones era Nashelskier, un hombre viudo guapo con nariz picuda y pelo rizado, parecía un artista de cine. Tenía una hija muy bella 6 u 8 años mayor que nosotros. Todos los niños suspirábamos cuando la llegábamos a ver. Hace unos meses vi su esquela en Enlace Judío.

Jacobo y sus padres vivían en los años 40 del siglo pasado en el centro de la ciudad, en la calle de Mesones, casi esquina con Cinco de Febrero. El edificio donde habitaban tenía elevador, pocos inmuebles de la zona lo tenían. 

Posteriormente se cambiaron a la colonia Viaducto Piedad, próximo al mismo, donde construyeron una casa.

En una de mis primeras Crónicas comenté que Jacobo y yo, cuando teníamos alrededor de 12 años íbamos a los cines ubicados al inicio de la calzada de Tlalpan, tomábamos un tranvía. El entorno era completamente seguro.

Querido Jacobo, te recuerdo con mucho cariño, añoro los felices días que pasábamos juntos.


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