Enlace Judío – Con el año prácticamente completo, los temores de una recesión global se profundizaron, así como la incertidumbre sobre los niveles que alcanzarán las tasas finales de los principales bancos centrales y por cuánto tiempo se mantendrán elevadas.

A pesar de que las curvas descuentan una moderación en el ciclo de altas tasas de interés, los inversionistas se siguen preguntando si ese movimiento será suficiente para lograr un “aterrizaje suave” de la economía.

Noviembre inició con una amplia volatilidad en los mercados financieros y una fuerte necesidad por parte de los inversionistas de saber si la inflación en EE. UU. ya alcanzó su punto más álgido.

En este sentido, la última lectura anual sorprendió con una desaceleración mayor a lo esperado, pasando de 7.7% desde 8.2% un mes antes. Esto brindo un camino más claro para que la Reserva Federal de EE. UU. (FED) tenga un mayor margen para moderar el ritmo de las tasas a fin de año. 

En el mercado cambiario, el dólar se debilitó regresando a mínimos de 2 meses e incluso registrando su peor día desde 2009 el 10 de noviembre. A nivel local, Banxico incrementó su tasa de referencia en 75 puntos base a 10%.

Ahora el mercado espera con mayor convicción una moderación en el ciclo restrictivo de la FED. Con ello se prevé un alza de 50 puntos base en diciembre y anticipa una tasa terminal de 10.75% el próximo año.

Por su parte el peso ha destacado por su desempeño resiliente, cotizando en su mejor nivel desde antes de la pandemia en 19.32 por dólar. La divisa se mantiene respaldada por la alta tasa de Banxico y un amplio diferencial vs otros bancos centrales.


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