Enlace Judío – Más allá de lo esperado, cien mil personas se reunieron en las calles de Tel Aviv además de miles en Jerusalén y en Haifa. Todos convergieron en una voz que tiene paralelo en la vida pública y política del país. Una voz que exclama: “La democracia israelí está en peligro”.

En mi opinión, entre las múltiples figuras que adhieren a creencias dispares más allá del amor incontenible a la libertad y al renacimiento nacional judío sobresalió la figura del escritor David Grossman.

Sin metáforas triviales y con firme voz Grossman señaló que el gobierno de Netanyahu pretende no solo empobrecer a la democracia. También auspicia la instalación de un régimen que traiciona a las juventudes que lucharon y murieron en y por el país.

Y no fue el único llamado. Importantes figuras políticas exigieron que Arieh Deri renuncie a la intención de presentarse la próxima semana en la reunión del gabinete presidido por Benjamín Netanyahu como si los juicios en su contra , del tribunal y del amplio público, fueran huecas palabras.

Un llamado que tuvo amplios ecos en Jerusalén, en Haifa y en los principales puentes levantados por encima de los caminos del país.

Masiva y justa protesta que debe obligar a Benjamín Netanyahu a revisar las actitudes que hasta aquí ha revelado tanto en relación a Deri como respecto al tejido de una coalición orientada por impulsos nacional-religiosos sustancialmente opuestos al espíritu democrático.

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