Enlace Judío – El líder de la oposición y exprimer ministro, Yair Lapid, propuso al presidente Yitzhak Herzog crear un comité para formular una reforma judicial “equilibrada” como alternativa a la reforma prevista por el gobierno de Netanyahu, informó The Times of Israel.

Herzog confirmó haber conversado con Lapid en el marco de sus esfuerzos por evitar “una crisis constitucional histórica” debido a la reforma judicial prevista por el gobierno que busca limitar significativamente el poder judicial y pondría casi todo el poder en manos de la mayoría política.

Durante una reunión de su partido Yesh Atid en la Knéset, Lapid señaló que “propuso al presidente Herzog formar un comité presidencial para formular una recomendación equilibrada y razonable con el objetivo de mejorar el sistema judicial y encontrar el equilibrio adecuado entre los poderes legislativo y judicial”.

“En lugar de la galopada desenfrenada del gobierno actual, un comité de este tipo podría escuchar a todas las partes, incluidos los tribunales, el gobierno, la oposición y los académicos, y llevar a cabo un proceso ordenado que dé lugar a una propuesta mejor”, añadió Lapid.

“Espero y creo que el comité se formará y evitará la destrucción de nuestra democracia y la terrible división en el pueblo de Israel“, dijo.

La oficina de Herzog señaló que “el presidente continúa sus incesantes esfuerzos con todos los actores relevantes en un intento de crear un diálogo respetuoso de amplio alcance con la esperanza de llegar a un entendimiento amplio”.

La líder de Avodá, Merav Mijaeli se opuso a la iniciativa de Lapid, informó The Jerusalem Post.

“Me preocupan mucho las voces que emiten Gantz y Lapid. Son exactamente las voces a las que se oponen nuestros manifestantes. Estas son exactamente las voces que podrían forzar su mano y pueden hacer que se queden en casa”, dijo.

“200,000 manifestantes no quieren un comité apolítico, no quieren negociar con el acusado, y tienen razón. Hacer ofertas a Netanyahu, no importa si directamente o a través de algún tipo de mediador, es rendirse ante él”, añadió Mijaeli.

Aseguró que su partido seguirá “liderando las marchas” de manifestantes y no negociará ni cederá con un “acusado criminal”.

El presidente de Israel Beitenu, Avigdor Leiberman, también criticó a Lapid.

“Hago un llamamiento a los líderes de la oposición: ¡Despierten! No pueden llegar a ningún compromiso sobre la reforma judicial. Ustedes mismos dicen que el gobierno quiere llevarnos a una dictadura del 100%, así que ¿qué compromiso quieren? ¡¿Una dictadura del 50%?!”.

Lapid respondió posteriormente a las críticas en una publicación de Facebook. Argumentó que su opción es contraria a ceder al gobierno. Más bien, se trataba de sacar el asunto de las manos del gobierno y entregárselo a un organismo apolítico que “vea como su deber salvaguardar la separación de poderes y la independencia de los tribunales y el Estado de Derecho”.

Según los informes, el gobierno pretende impulsar los cambios a través de la Knéset y convertirlos en ley en los próximos dos meses.

El paquete de reformas presentado por el ministro de Justicia, Yariv Levin ha suscitado intensas críticas, incluso entre los partidarios de una reforma judicial, protestas masivas semanales y peticiones públicas de diversos funcionarios, profesionales, empresas privadas y otros organismos.

Los defensores de la reforma, que cuenta con el firme respaldo del primer ministro Benjamín Netanyahu, afirman que la Corte Suprema de Justicia es excesivamente intervencionista y subvierte la voluntad del electorado.

Mientras tanto, el líder de Hamajané Hamamlajtí, Benny Gantz, dijo en la reunión de su partido que las protestas masivas contra el gobierno están teniendo un efecto real y llevando a funcionarios de la coalición a reconsiderar la reforma.

“Estoy viendo el enorme impacto de la protesta pública y las manifestaciones. Empiezo a escuchar voces entre funcionarios de la coalición que quieren llegar a acuerdos”.

“Cada vez más gente de derecha habla de ello, cada vez más miembros de la Knéset lo susurran en los pasillos, y muchos ultraortodoxos comprenden la amenaza que supone para ellos en el futuro como minoría”, aseguró.

Gantz afirmó que Netanyahu ya ha suavizado su retórica ante la comunidad internacional. “Estamos empezando a ver las grietas y Netanyahu ya habla de forma diferente en inglés”, afirmó.

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