Enlace Judío.- La fiscal general, Gali Baharav-Miara, ordenó el viernes por la mañana congelar de inmediato la destitución del comandante del distrito de Tel Aviv, Amichai Eshed, de su cargo, cuestionando la legalidad de una decisión que se consideraba motivada políticamente, informó The Times of Israel.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció el jueves que Eshed sería transferido para dirigir el Departamento de Capacitación de la policía según una recomendación del comisionado de policía de Israel, Kobi Shabtai. La medida se consideró un despido punzante de Eshed, de quien se creía que albergaba ambiciones de liderar la fuerza policial, y medios hebreos indicaron que Ben Gvir se había quejado de su respuesta aparentemente suave a las protestas antigubernamentales.
En un comunicado en respuesta al anuncio de Ben Gvir, la oficina de Baharav-Miara dijo que un examen inicial de la transferencia de Eshed “suscitó una gran preocupación en cuanto a la legalidad y solidez del proceso, incluidos los motivos que informan la decisión, el momento del anuncio y sus antecedentes.
También puede interesarte
“Por lo tanto”, continuó el comunicado, “la fiscal general ha dado instrucciones a los organismos pertinentes para que congelen todas las decisiones y acciones en el caso del subcomisionado Eshed, hasta que se complete ordenadamente la revisión legal necesaria. Hasta que se complete la revisión… Eshed permanecerá en su puesto”.
Shabtai, en respuesta, confirmó que la transferencia de Eshed se congelaría, aunque insistió en que la decisión era parte de una “ronda de citas para las que la Policía de Israel se ha estado preparando durante mucho tiempo” y señaló que el momento estaba a discreción del ministro de policía.
Ben Gvir desestimó la declaración de Baharav-Miara y dijo: “Si alguien no ha recibido el mensaje hasta ahora, es una fiscal general de izquierda, que representa al régimen anterior, con una agenda claramente política”. Afirmó que la decisión de congelar la destitución de Eshed era una prueba de la necesidad de la propuesta del gobierno de Netanyahu de neutralizar al poder judicial, que incluye un intento de reducir el poder del fiscal general para afectar la política.
Baharav-Miara hizo estas declaraciones horas después de que un grupo de excomisionados de la policía de Israel pidiera a Shabtai que renunciara por el papel que desempeñó en la destitución de Eshed de su cargo.
En una carta, los ex altos policías escribieron que estaban “conmocionados” por las acciones de Shabtai, que calificaron como un “punto bajo en la historia de la Policía de Israel“, acusando de que había “perdido el derecho moral y ético de continuar” dirigir.
En respuesta a la carta de los excomisionados, Ben Gvir calificó al grupo de “agentes fallidos que se unieron tras destruir a la policía y la seguridad nacional.
“Es mejor si se sentaran en silencio y no perturbaran el trabajo del comisionado y de la policía”, dijo.
Ben Gvir afirmó el jueves que la transferencia de Eshed estaba “planeada de antemano” y “no era un despido”. Sin embargo, los líderes de la oposición acusaron a la medida de ser política.
Yesh Atid, el partido del líder opositor Yair Lapid, acusó a Ben Gvir de politizar la fuerza policial, mientras que el presidente de Unidad Nacional, Benny Gantz, lo acusó de llevar a cabo una “purga política”.
A principios de semana, 25 exjefes y comandantes de policía escribieron al primer ministro Benjamin Netanyahu advirtiendo que las políticas de seguridad de Ben Gvir conducirán a una tercera intifada o levantamiento palestino.
El llamado fue repetido el viernes por Gantz, quien dijo que Netanyahu “debería despedir a Ben Gvir por incompetente y por causar daños graves”.
Ben Gvir se enfureció por la conducta leve de la policía durante las protestas del jueves, en las que los manifestantes bloquearon la autopista Ayalon durante unas dos horas y atsacaron las carreteras en torno al aeropuerto Ben Gurion.
Más tarde en el día, anunció varios nombramientos, entre ellos el de Eshed como jefe del Departamento de Capacitación.
Eshed estaba de vacaciones durante las protestas del 1 de marzo en Tel Aviv, cuando la policía recibió criticas por usar una mano más dura con los manifestantes. Ben Gvir elogió la conducta policial por su severa respuesta hacia la indisciplina.
Eshed se negó a comentar sobre su transferencia, insistiendo en que se centraba únicamente en hacer todo lo posible para proteger a los ciudadanos.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío
