Más de 250 mil personas protestaron este sábado en Israel contra el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu y su reforma judicial por décimocuarta semana consecutiva, informó The Times of Israel.

Las protestas comenzaron con un minuto de silencio por la muerte de dos hermanas, Maya Di, de 20 años, y Rina Di, de 15, del asentamiento de Efrat en Judea y Samaria (Cisjordania) en un ataque terrorista perpetrado el viernes en el Valle del Jordán. Horas después, el turista italiano Alessandro Parini, de 35 años, fue asesinado en otro atentado en Tel Aviv.

En medio del deterioro de la seguridad y el riesgo de ataques terroristas, se cancelaron las marchas previstas en Tel Aviv tras la manifestación principal por petición de la policía.

“Continuaremos nuestra protesta contra la dictadura como si no hubiera guerra contra el terrorismo y seguiremos presentándonos a la reserva, apoyando a las FDI y a las fuerzas de seguridad como si no hubiera guerra contra la dictadura”, afirmaron los organizadores del movimiento de protesta en un comunicado.

En medio de la festividad de Pésaj, los manifestantes exhibieron pancartas de Netanyahu como faraón egipcio suplicando: “Deja ir a mi pueblo”, en referencia a la súplica de Moisés al faraón para permitir salir de Egipto a los esclavos israelitas.

En Tel Aviv, el exministro de Defensa Moshe Ya’alon pidió a los líderes de la oposición: “No intenten salvar [a Netanyahu] con un podrido ‘compromiso’ que dañará la democracia, en nombre de una falsa responsabilidad”.

“Serví en el ejército durante décadas, y no vi un comportamiento tan imprudente como el del acusado Netanyahu ahora. Su obsesivo complot para destruir la democracia es una amenaza inmediata para la seguridad de Israel“, advirtió Ya’alon.

“Miren el miserable ejército [del presidente ruso Vladimir] Putin y lo entenderán: así es un ejército en una dictadura sin informes honestos, sin un código”, dijo.

“La dictadura está perjudicando la alianza estratégica con EE.UU., nuestros enemigos nos observan y la disuasión está disminuyendo”, enfatizó, y calificó las políticas del gobierno como “mil veces más graves que el fracaso de la terrible Guerra de Yom Kipur“.

“La democracia vencerá. Israel no será una dictadura”, concluyó.

Cerca del mitin en Tel Aviv, la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Esther Hayut recibió un aplauso entusiasta durante un concierto que conmemora los 75 años del legendario grupo Guivatron en el Auditorio Charles Bronfman (Heijal Hatarbut).

Hace tres meses, Hayut se manifestó en contra de la reforma judicial del gobierno afirmando que será un “golpe fatal” para la identidad democrática de Israel.

Previo a la manifestación principal en Tel Aviv, un grupo de manifestantes desfiló en protesta a la creación de una Guardia Civil subordinada al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.

En Hertzliya, la exministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni dijo a la multitud: “La historia enseña que los días oscuros de terrorismo y temor son en realidad aprovechados por los gobernantes para reforzar su autocracia”.

Si los israelíes no hubieran salido a las calles, “Israel estaría lidiando con una ola asesina de terrorismo sin ministro de Defensa, o con un ministro de Defensa cuya única certificación es la lealtad al líder”.

“El gobierno está formado por quienes piensan que estar en el poder vale más que la igualdad, porque cuando haya igualdad tendrán que servir en las FDI y luchar contra el terrorismo como el resto de nosotros, y las mujeres serán libres y las personas LGBTQ tendrán familias reconocidas”, añadió Livni.

En Haifa, se unieron a los manifestantes Amos Malka, exjefe de la Inteligencia Militar, y Meir Shitrit, exministro de Justicia por el Likud.

Malka afirmó que hay una “clara conexión entre los movimientos contra la democracia y la situación de seguridad”.

Shitrit dijo a la multitud que el país enfrenta “un peligro claro y presente de eliminación de la democracia”.

“Durante muchos años, la Knéset ha sido un sello para el gobierno. La Corte Suprema es el único órgano que queda para proteger a los ciudadanos contra la tiranía del gobierno, y esto es lo que el gobierno quiere eliminar mediante la cláusula de anulación”, dijo.

“¿Qué le ha pasado a Bibi? ¿Qué le ha pasado al Likud? ¿Se han vuelto locos? Estuve en el Likud 32 años. El gobierno quiere devolver a las personas LGBTQ al armario, convertirnos en un país racista. Mañana podrían decidir que los árabes no pueden votar e inhabilitar a los partidos políticos árabes. Mañana podrían decidir que nosotros, los ‘anarquistas’, no podemos votar”.

Señaló que 10 de los 12 jueces de la Corte Suprema fueron elegidos durante los gobiernos del Likud, y censuró los intentos del gobierno actual de presentar al Poder Judicial como no representativo de la derecha.

“Lo que dicen de la Corte Suprema es mentira. Me avergüenza el silencio vergonzoso de los miembros del Likud“, acusó.

Los manifestantes celebraron una “marcha silenciosa” en la ciudad central de Rehovot, en memoria de los muertos el viernes.

En una publicación de Facebook, el líder de la oposición, Yair Lapid, afirmó que a 100 días de la toma de posesión del actual gobierno, “estamos en la mayor crisis nacional de nuestra historia”.

Israel es un país maltratado, adolorido y confundido. Más que nada, la sociedad se está desmoronando. La coalición amenaza con eliminar los fundamentos democráticos del Estado en un proceso apresurado y destructivo que otorgará al gobierno un poder ilimitado”, dijo y añadió que Netanyahu “ha perdido el control”.

“Nunca ha habido un colapso tan rápido. En 100 días, el gobierno ha liderado un proceso de destrucción interna como no hemos visto nunca”, concluyó.

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