(JTA) — Cuando los lectores de la revista Mishpacha abrieron la edición de Pésaj, encontraron dos sorpresas. La primera fue la historia misteriosa y no reconocida de una prolífica filántropa estadounidense, Jennie Miller Faggen, que apoyó a docenas de yeshivot europeas antes de la Segunda Guerra Mundial.

JACKIE HAJDENBERG

La segunda fue una rareza en el mundo de las publicaciones ortodoxas jaredíes: la fotografía de Miller.

Mishpacha [pronunciado mishpajá] y otras revistas jaredíes se han abstenido durante mucho tiempo de publicar fotos de mujeres, aunque se han hecho algunas excepciones. Los editores de las publicaciones citan las costumbres jaredíes tradicionales respecto a la modestia y la protección de la apariencia de las mujeres. Los grupos feministas en el mundo ortodoxo y en otros lugares, sin embargo, dicen que tales políticas degradan a las mujeres y ayudan a borrarlas de la esfera pública.

Mishpacha no respondió a las solicitudes de comentarios sobre por qué y cómo decidió incluir la imagen de Miller, quien donó decenas de miles de dólares a instituciones educativas ortodoxas en la década de 1920. Tampoco Dovi Safier, autor del artículo y de un libro sobre Miller llamado “Madre de todas las Yeshivot”.

Pero las feministas ortodoxas se dieron cuenta de la foto, que muestra a Miller con un sombrero sombreado en azul. La portada del libro de Safier presenta la misma imagen y diseño. La versión impresa del artículo también incluía una fotografía con el rostro de otra mujer: Rebbetzin Temi Kamenetsky, la difunta esposa del rabino Shmuel Kamenetsky, un destacado rabino haredí lituano que vive en Filadelfia.

“Qué maravilloso oír y ver que @themishpacha incluyó estas imágenes en la edición de esta semana”, publicó Chochmat Nashim [pronunciado jojmat nashim], una organización que lucha contra el extremismo y el sexismo en la comunidad ortodoxa, en las redes sociales la semana pasada. “PODEMOS regresar de la tendencia de borrar a las mujeres e incluir a toda la familia y comunidad judía en nuestras representaciones visuales. Ken Yirbu [cuanto más, mejor]”.

La historiadora Rivka Press Schwartz tuiteó: “Soy una de esas nudniks [pesadas] feministas ortodoxas que no compra su publicación porque no tiene fotos de mujeres. Compré su número de Pésaj por el artículo de @safier sobre Jenny Miller Faggen y porque vi que incluyó fotos de ella. Increíble.”

Safier descubrió las actividades filantrópicas de Miller a través de un esfuerzo periodístico de tres años que lo llevó a través de archivos, cartas y un Rolodex de rabinos prominentes. Miller Faggen, quien nació en Nueva York pero pasó gran parte de su vida en el área de Filadelfia, financió docenas de yeshivot en Europa y Estados Unidos, y recibió a rabinos prominentes en su casa de 18 habitaciones en el vecindario Strawberry Mansion de Filadelfia. Viuda dos veces, heredó la mayor parte de su riqueza del negocio de su primer marido en las prósperas industrias textil y de bienes raíces de la ciudad. Muchas de sus contribuciones fueron olvidadas cuando las yeshivot que apoyaba fueron destruidas durante el Holocausto.

No es la primera vez que Mishpacha publica fotos de mujeres. Los artículos de 2021 sobre un hogar de ancianos judío de principios del siglo XX en la ciudad de Nueva York y sobre el Holocausto en Telz, Lituania, contenían fotos de mujeres de antes de la guerra. En respuesta a un tuit sobre la foto de Miller en su último artículo, Safier escribió: “Lejos de ser la primera vez. Pero supongo que debido a que la historia es sobre una mujer [sic] está recibiendo más atención”.

Mishpacha atrajo especial atención en noviembre de 2016, antes de las elecciones de ese año, cuando su imagen de portada incluía vistas de perfil de Donald Trump y Hillary Clinton uno frente al otro, ambos en exposición negativa y cubiertos con collages de sus símbolos de campaña. Tras la publicación del número, un editorial de Hamodía, un periódico jaredí israelí, denunció la decisión, argumentando que una publicación jaredí “verdadera” nunca mostraría la imagen de una mujer.

“No hay, no ha habido, y no habrá, fotografías de mujeres en la verdadera prensa jaredí, no de quienes han alcanzado altas posiciones de soberanía y poder en sus países, y tampoco fotografías de mujeres en la vida judía”, decía el editorial. “Estas son nuestras formas de vida, estos son los muros que las rodean, y no cambian, y no están conectadas con circunstancias políticas”.

Un editor colaborador de Mishpacha, Sruli Besser, respondió en ese momento que la revista participó en “horas de conversación y deliberación con rabbanim” o rabinos reales, antes de llegar a la decisión de imprimir una versión de la imagen de Clinton.

________________________________________________________________________________

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío