Israel no pidió ayuda al Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia para liberar a Elizabeth Tsurkov, quien fue secuestrada en Bagdad y está detenida por Hezbolá, según un informe del sábado del periódico ruso Kommersant, informa The Jerusalem Post.
Los colegas de Tsurkov están de acuerdo con los informes de que el secuestro fue coordinado con Irán.
Según el informe, los familiares de Tsurkov tampoco se han puesto en contacto con la embajada.
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El portavoz del Kremlin, Dmitry Paskov, dijo que Rusia no tiene información sobre Tsurkov.
“Ciertamente le preguntaremos al Ministerio de Relaciones Exteriores ya que las medidas para proteger nuestros intereses generalmente las toman los departamentos diplomáticos de Rusia”, dijo.
Otros informes afirman que Netanyahu y Putin trabajaron juntos
Por su parte, un informe de Al-Monitor afirmó que el primer ministro Benjamin Netanyahu estuvo directamente involucrado en los intentos de liberar a Tsurkov con la ayuda del presidente ruso Vladimir Putin. Según el informe, las fuentes informadas están seguras de que los secuestradores están trabajando en coordinación con Irán para utilizar a Tsurkov como moneda de cambio en un futuro acuerdo de intercambio de prisioneros.
El Instituto New Lines, donde trabaja Tsurkov, dijo que la última vez que supieron de ella fue el 19 de marzo.
“Dijo que ya había tenido suficiente trabajo de campo en el Medio Oriente y quería regresar a la Universidad de Princeton para completar su doctorado”, dijeron. “No más trabajo de campo”.
“Dijo que ya había tenido suficiente trabajo de campo en el Medio Oriente y quería regresar a la Universidad de Princeton para completar su doctorado”.
Instituto de Nuevas Líneas
Según los colegas de Tsurkov, sabían del secuestro desde hace tiempo, pero no habían hecho pública ninguna información a pedido de sus familiares.
“Esperamos que sea liberada, y aunque no sabemos exactamente dónde está, probablemente esté conectado con Irán”, dijeron. “Debido a que ella también es ciudadana rusa, esto ciertamente recae en Moscú”.
Agregaron que creen que Estados Unidos debería participar en los esfuerzos de rescate.
“De alguna manera, Elizabeth es parte de Estados Unidos”, dijeron. “Ella trabaja en un grupo de expertos en Washington, escribe en una revista estadounidense y es estudiante en la Universidad de Princeton. Se merece todo el esfuerzo que Estados Unidos pueda hacer para llevarla a un lugar seguro.
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