La funcionaria de la ONU encargada de examinar las políticas de Israel en Judea y Samaria y Gaza presentó en Ginebra este lunes un informe que acusa al Estado judío de socavar el orden legal internacional, informó The Times of Israel.

En su “Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967”, Francesca Albanese instó a enjuiciar a los funcionarios israelíes bajo jurisdicción universal e instó a la Autoridad Palestina a suspender la cooperación con Israel “que pueda dar lugar a la violación de los derechos y libertades fundamentales en virtud del derecho internacional”.

“Un informe de 10.700 palabras no puede captar la escala y el alcance de la privación arbitraria de la libertad en el territorio palestino ocupado”, escribió. “Tampoco puede transmitir el sufrimiento de millones de palestinos que, directa o indirectamente, se han visto afectados”.

Albanese tiene un historial de antisemitismo, por lo que no se disculpó explícitamente, sino que denunció las críticas a su retórica como una campaña de difamación.

En su informe, Albanese acusó a Israel de torturar, maltratar cadáveres palestinos, obligar a los palestinos homosexuales a proporcionar información y “registros desnudos invasivos, abuso sexual y amenazas” hacia mujeres.

También denunció a la Autoridad Palestina y dijo que “ha agregado una capa de represión a la vida palestina bajo la ocupación”.

“La coordinación de seguridad entre la Autoridad Palestina e Israel ha sido pionera en una conexión directa entre los aparatos de detención palestinos e israelíes”, escribió.

“Los arrestos y detenciones arbitrarios llevados a cabo por la Autoridad Palestina en Cisjordania y las autoridades de facto en la Franja de Gaza han contribuido a sofocar los derechos y libertades de los palestinos”, continuó.

Albanese no mencionó el terrorismo palestino en su informe. Lo más cerca que estuvo fue una oración en la conclusión: “Sin condonar los crímenes que los palestinos han cometido durante décadas de ocupación ilegal, la mayoría de las condenas penales de palestinos han sido el resultado de una letanía de violaciones del derecho internacional, incluidas violaciones del debido proceso, que contaminan la legitimidad de la administración de justicia por parte de la potencia ocupante”.

También acusó a Israel de “apartheid colonial” y se refirió a los asentamientos israelíes en los territorios como “colonias”.

Albanese también criticó a la Corte Suprema de Israel por dar visto bueno a estas políticas en Judea y Samaria y Gaza.

El Foro Legal Internacional, una ONG pro-Israel, calificó el informe como “otra demostración de sesgo antiIsrael sin adornos y luz verde del terrorismo palestino, que carece de realidad y carece de cualquier base legal”.

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