El exjefe del Shin Bet, Nadav Argaman, se manifestó este jueves contra la reforma judicial del gobierno de Benjamín Netanyahu y apoyó la protesta de reservistas que suspenden su servicio voluntario, informó Haaretz.

En declaraciones a la Radio del Ejército, Argaman dijo que Netanyahu debe detener la reforma de inmediato y enfatizó: “El primer ministro no fue electo democráticamente para destruir la democracia israelí. No está comprometido con el Estado de Israel como cuando lo conocí, creo que hoy está comprometido con una coalición imposible”.

“Este es un cambio de régimen. Todos servimos bajo gobiernos diferentes y recibimos órdenes diferentes, en algunos creíamos más y en otros menos, no importa. Aquí hay una realidad diferente, el cambio de régimen es una nueva realidad”, aseveró.

“Cualquier legislación que no cuente con un amplio consenso llevará al Estado de Israel al caos”, advirtió Argaman. “Se espera que el lunes se apruebe un proyecto de ley, tras lo cual me preocupa que nos convirtamos en un país diferente. Temo por la independencia de nuestros guardianes y temo por Israel. Estamos al borde de una guerra civil”.

Las últimas dos votaciones del proyecto de ley para la eliminación del “principio de razonabilidad”, una parte clave de la reforma judicial, comenzarán el domingo en el pleno de la Knéset, y se espera que la iniciativa sea aprobada y convertida en ley el lunes o martes.

“Si se aprueba esta terrible legislación, seremos un país diferente, por lo que no estaremos sujetos al ‘contrato’ que firmaron con nosotros”, dijo Argaman. “Por lo tanto, el cese del servicio voluntario está justificado”.

Argaman fue nombrado director del Shin Bet por Netanyahu en 2016 y dirigió el servicio de seguridad durante cinco años.

Culpó a Netanyahu de la situación y dijo que “culpar a esos voluntarios, pilotos, miembros de unidades especiales es un completo error”.

“Me ofrecí voluntario para un Estado judío y democrático, no para servir a un dictador o a una dictadura”, agregó.

Argaman admitió que le preocupa que la negativa a servir en la reserva pueda ser utilizada también por otros grupos en el futuro pero dijo que la situación actual justifica la acción por las medidas del gobierno.

Pidió al Jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzl Halevi, y a su sucesor en el Shin Bet, Ronen Bar, que presenten al primer ministro las repercusiones de la reforma. Esto, afirmó Argaman, “es su deber. No se trata de una declaración política, sino de un punto de vista profesional”.

En marzo, el exjefe del Shin Bet dijo que temía que si se aplican, los planes del gobierno podrían causar el “colapso desde dentro” de los organismos de seguridad del país.

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