El presidente del Consejo Nacional para la Investigación y el Desarrollo Civil de Israel advirtió que la reforma judicial del gobierno de Benjamín Netanyahu podría causar daños “irreversibles” a la investigación, el desarrollo y la academia del país, informó Haaretz.

En una entrevista con The Marker, el profesor Peretz Lavie, expresidente del Technion en Haifa y titular del consejo de investigación que asesora al gobierno sobre temas de investigación y desarrolló alertó que las acciones del gobierno podrían ahuyentar a académicos y donantes, afectando a la alta tecnología.

“Siempre hubo fuga de cerebros pero estamos viendo un cambio. La gente teme regresar a Israel y reintegrarse a las instituciones académicas israelíes”, dijo.

El Consejo Nacional para la Investigación y el Consejo de Directores Universitarios advirtieron en una carta a Netanyahu, así como a los ministros de Educación, Innovación y Ciencia, que los recientes acontecimientos “podrían poner en peligro el futuro de la Nación Startup”.

“Nosotros, científicos, académicos, empresarios y personas de alta tecnología, miembros del Consejo Nacional para la Investigación y el Desarrollo Civil y presidentes de las universidades públicas de Israel, deseamos alertarlos sobre la acumulación de claras señales de advertencia para el futuro de la investigación científica en el Estado de Israel“, escribieron.

La carta cita “una disminución significativa en la voluntad de los principales científicos israelíes en el extranjero de aceptar puestos académicos en Israel“, así como “un creciente temor a una fuga de personal destacado en los campos de la ciencia y la tecnología de Israel” y “amenazas explícitas de cancelar las colaboraciones científicas entre científicos israelíes y científicos en el exterior”.

“Muchos en la comunidad científica están preocupados y temen por su futuro. Como resultado, muchos de ellos pierden la confianza y prefieren abandonar el barco”, advirtieron, señalando las amenazas de los donantes de dejar de apoyar a las instituciones locales.

Esto está ocurriendo “no solo en las instituciones académicas sino también en los hospitales”, dijo Lavie a The Marker.

“Estas donaciones son el salvavidas para el desarrollo de las universidades”, continuó. “Varios presidentes afirmaron que ya recibieron cartas de donantes diciendo que cesarán sus contribuciones. Dijeron que este no es el Israel con el que soñamos”.

La mayoría de los principales donantes de las universidades de Israel son judíos estadounidenses, muchos de ellos pertenecientes a los movimientos reformista y conservador, y que se sienten alienados por las políticas de los aliados de extrema derecha de Netanyahu.

Israel “no me reconoce como judío ¿Por qué donar a un Israel que no me ve como judío?”, dicen los donantes, según Lavie.

El daño al ecosistema académico de Israel podría acelerar los problemas económicos provocados por la reforma judicial. El Banco de Israel elevó el miércoles su evaluación del nivel de riesgo para la estabilidad del sistema financiero de Israel a “medio-alto”, desde el nivel de “medio-bajo”, citando la reforma judicial del gobierno como la principal fuente de riesgo a la economía.

A principios de este año, el Gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, advirtió que las acciones del gobierno podrían socavar la inversión y provocar un éxodo de académicos. En una entrevista con CNN subrayó que es “imperativo” mantener la independencia del Poder Judicial.

Los líderes de la industria también advirtieron que “el daño al estatus de la Corte Suprema sería una amenaza existencial real para la gloriosa industria de alta tecnología que se ha construido en Israel con gran esfuerzo durante las últimas tres décadas”.

Una encuesta realizada por la Autoridad de Innovación de Israel publicada un mes después encontró que el 80 por ciento de las nuevas empresas establecidas en lo que va del año se abrieron fuera de Israel, y pretenden registrar su futura propiedad intelectual en el extranjero, lo que daría un duro golpe a las arcas fiscales del país.

Morgan Stanley recortó el crédito soberano de Israel tras la aprobación de la primera ley de la reforma judicial a una “postura de disagrado”.

La agencia de calificación crediticia Moody’s advirtió sobre “un riesgo significativo” para la estabilidad del país y “consecuencias negativas para la economía”.

A principios de este mes, Haaretz calculó que la economía israelí sufrió una pérdida cercana a 150,000 millones de shekels, una pérdida promedio de más de 50,000 shekels, o 13,500 dólares, por hogar, debido a la reforma.

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