El gobierno de Irak está persiguiendo un programa nuclear civil, dijo el portavoz militar del país, un desarrollo potencialmente tenso cuatro décadas después de un atrevido ataque israelí que destruyó el reactor de Osirak en Bagdad, según información de The Times of Israel.

El portavoz militar confirma una reunión de alto nivel sobre el desarrollo de un programa pacífico para diversificar los recursos energéticos del país rico en petróleo.

El primer ministro iraqui, Mohammed Shia al-Sudani

El primer ministro Mohammed Shia al-Sudani discutió el desarrollo de un programa nuclear pacífico durante una reunión del Consejo Ministerial para la Seguridad Nacional el miércoles, según el mayor general Yehia Rasool.

El reactor se utilizaría para producir electricidad, y el estado rico en petróleo buscaría reducir su dependencia de combustibles fósiles contaminantes, dijo Rasool en X, antes conocido como Twitter.

Las partes discutieron “iniciar la construcción de un reactor nuclear limitado a fines pacíficos”, dijo.

A la reunión asistieron otros ministros, así como un comité técnico sobre energía nuclear, dijo Rasool.

Irak ha hablado durante años de intentar reiniciar su programa nuclear, pero rara vez se ha ido más allá de conversaciones de bajo nivel, obstaculizadas por una inestabilidad endémica y una ruidosa oposición israelí e internacional a tal medida sin una supervisión intensa.

La electricidad es una cuestión política delicada en Irak, ya que a pesar de las enormes reservas de petróleo del país, su deteriorada red eléctrica es incapaz de satisfacer la demanda máxima y los iraquíes soportan cortes de energía que duran horas cada verano.

Devastado por décadas de conflicto y sanciones internacionales, el estado petrolero depende de las importaciones de gas iraní para cubrir un tercio de sus necesidades energéticas. También está acosado por una corrupción rampante.

Para reducir su dependencia del gas iraní, Bagdad ha estado explorando varias posibilidades, incluidas importaciones de países del Golfo como Catar, así como la recuperación de gas quemado de los yacimientos petrolíferos.

En 1981, Israel destruyó parcialmente un reactor en construcción en Osirak, al sur de Bagdad, que aparentemente se estaba desarrollando con fines pacíficos pero que se temía que secretamente estuviera destinado a construir un arma atómica.

El sitio del reactor de investigacion Osirak en Irak tras ser bombardeado por Israel en 1981. (Credito: Creative Commons)

En 2003, las tropas estadounidenses invadieron el país basándose en información falsa de que el país ocultaba armas de destrucción masiva, incluidas supuestas armas nucleares.

Israel es el único país de Oriente Medio con armas nucleares, según informes extranjeros, y la comunidad internacional ha expresado temores de que pueda estallar una carrera armamentista nuclear en la región si los países obtienen el visto bueno para comenzar el enriquecimiento.

Los intentos iraníes de enriquecer uranio, también declarados pacíficos, se han topado con sanciones severas y amenazas de ataques israelíes o estadounidenses.

Arabia Saudita ha aumentado recientemente la presión para que Estados Unidos apruebe su propio programa nuclear civil, presentándolo como un requisito previo para la normalización con Israel.

El Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, pidió aclaraciones sobre el supuesto programa saudí durante su reunión en Nueva York esta semana, al coordinador del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para Oriente Medio, Brett McGurk.

El Ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, dijo en una entrevista a principios de agosto, que Israel no necesariamente tiene problema con un programa nuclear civil saudita. Más tarde, la oficina de Netanyahu emitió una declaración restando importancia al comentario, si bien medios hebreos citaron a una fuente cercana al primer ministro reiterando que Israel “no descarta” la idea de que Riad enriquezca uranio.

“Hay países en la región que pueden tener energía nuclear civil. Es diferente a un programa de armas nucleares”, dijo Dermer en una entrevista con PBS. A la pregunta si Israel aceptaría que Arabia Saudita tuviera “capacidad nuclear civil, incluido el enriquecimiento” a cambio de la normalización, Dermer respondió: “Como tantas cosas, el diablo está en los detalles, y vamos a tener que analizar lo que en última instancia se ha acordado”.

El líder iraquí Sudani llegó al poder el año pasado a través de una coalición de partidos respaldados por Irán y se le considera cercano al país chiíta, aunque también ha intentado establecer vínculos con Estados Unidos y Turquía.

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