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EDUARDO HADJES NAVARRO PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

Queridos amigos, llevamos años opinando sobre el tirano sirio, su actuar y cómo, sus ambiciones personales, lo han llevado a masacrar Siria hasta transformarla en los despojos que podemos ver en la actualidad, pero, justamente, al contemplar tanta destrucción, angustia y miseria desatada me pregunto, ¿Y ahora, qué se puede hacer con él?

¿Podemos persistir en solicitar su desalojo, ya que ha quedado claro que no está dispuesto a renunciar, sin importar si los muertos sean 200 mil (cifra pegada desde hace casi un año) o los que, con toda seguridad, nunca se sabrá realmente?

Hoy, salvo Irán y Hezbolá, el mundo está contra Al-Assad. Los sirios están en su contra. La yihad, el EI y decenas de grupos, pandillas desparramadas, Al Qaeda y caudillos inescrupulosos, también están en su contra.

¿Cuánto tiempo más, Irán estará enviándole armas, dinero y soldados encubiertos, para que siga en el poder? ¿Qué pasará cuando los terroristas de Hezbolá se den cuenta que se están debilitando inútilmente, ya que Irán no podrá seguir abasteciéndolos por intermedio de Siria y eso, los está alejando de sus dos sueños dorados: apoderarse definitiva y totalmente de El Líbano y la destrucción de Israel?

Rusia ya dejó de respaldarlo y no tiene interés de mandar armas a quien no podrá pagar.

Cada día son más los soldados “leales” que están abandonando al Presidente para  incorporarse a grupúsculos terroristas o, simplemente, formando sus propias bandas de delincuentes, a los que no les importa asesinar, violar y robar, a todo el que tenga la desgracia de cruzarse en su camino y no ir suficientemente armado como para defenderse.

Si miramos en forma realista a lo que queda de Siria ¿alguien se encontrará capaz de nombrar a la totalidad de los grupos o movimientos que están luchando en dicho país y contra quién o quiénes están peleando?

A manera de ejemplo, todos pelean contra Al-Assad y, a la vez, tratan de defenderse del EI, el cual, llama a todos a jurarles lealtad, so pena de ser asesinados, al caer en su poder. Ante tales amenazas, muchos se pasan al Califato para ser muy pronto degollados por no aceptar la férrea disciplina que se les impone a sus integrantes, totalmente opuesto a lo que veían en sus antiguos compañeros de armas, donde la característica generalizada, es la corrupción de los oficiales.

Sin discusión, el que está obteniendo la victoria indiscutible en el campo de batalla, lo que lo lleva a apoderándose de la mayor cantidad de territorio, es el EI y su Califato, habiendo logrado unirse con lo conquistado a Irak, avanzando tan rápidamente, que casi se podría hablar de imparable. Claro que en la actualidad no creo que el ejército sirio sea su mayor problema. Soldados mal alimentados, con oficiales en permanente rotación por el abandono que están haciendo los antiguos leales al Presidente, derrotas frente a la costumbre de irrumpir victoriosos ante civiles indefensos no pueden ser una amenaza seria frente a fanáticos muy bien armados con lo más moderno del arsenal americano, gracias a la costumbre de los soldados iraquíes de dejar todo botado para huir más rápido y, por si todo esto fuera poco, los ataques aéreos de EE.UU. y su coalición, que han demostrado su inutilidad, muestran un panorama desolador.

Los originales opositores a Al-Assad, están a tal punto divididos que no constituyen un mayor peligro. Al Qaeda se encuentra a tal punto diezmado, principalmente por la deserción de quienes se pasan al EI, que no ocasionan una mayor preocupación. Las innumerables facciones de opositores, tanto los supuestamente democráticos opositores a Al Assad, como los abiertamente fanáticos islamistas, están tan preocupados en pelearse entre ellos, que ya no les queda tiempo para combatir a las fuerzas leales, ni mucho menos a los integrantes del EI.

Los únicos capaces de hacerle frente, tanto a Al-Assad como al EI, son los kurdos, los cuales se concentran en el norte, ya que reciben muy escasa colaboración de la UE y de EE.UU., ya que tanto Turquía como Siria e Irak, han tratado de destruirlos infructuosamente durante los últimos decenios.

Muchos países árabes, liderados por Saudi Arabia, ven el peligro del avance del EI, pero en estos momentos están preocupados de combatir a otros terroristas islámicos, mayoritariamente leales a Irán, lo que no les deja la posibilidad, o la voluntad, de entrometerse, a estas alturas, en el problema de Siria.

En general, Occidente, aún está pensando qué hacer y a quién ayudar, para resolver este entuerto, No sé si ya se dieron cuenta que se les hizo tarde. Si cambian de postura y respaldan a Al- Assad, estará pisoteando todo lo defendido hasta el momento, acusando al dictador de ser un tirano despiadado, lo que sin lugar  dudas, es absolutamente cierto.

Defender al EI es algo impensable y, felizmente, todos han comprendido lo peligroso que dicho grupo representa para el mundo, incluidos los islamistas radicales que no están dispuestos a dejarse subyugar por tan crueles fanáticos.

¿A quién deben defender? ¿Deben hacer algo, aparte de bombardear concentraciones en que su único objetivo es eliminar a uno o dos dirigentes del EI?

¿Aprenderá el mundo que hay actuaciones que no pueden ser postergadas indefinidamente, o seguirán actuando acorde a mezquinos intereses de dirigentes o supuestos estadistas que en el fondo, sólo se preocupan de lo que creen bueno para ellos?

David ben Jaim