Enlace Judío México – Josué es uno de los personajes más enigmáticos de todo el Tanaj. Es el único que le habló directamente al Sol y dio órdenes que fueron obedecidas. Fue el hombre que con su sabiduría militar y fortaleza de carácter lideró al pueblo judío hacia la tierra de Israel y logró la reconquista de la misma. El evento más conocido de su lucha es el momento en que le ordenó al Sol detenerse para ganar la batalla. Los siguientes midrashim (relatos) nos hablan del carácter de Josué y la naturaleza de la tierra de Israel. Esperamos les gusten.

La tierra de Israel

Rabí Shimón bar Yojai solía comenzar sus discursos con el versículo “Se levantó y midió la tierra” (Hab. 3:6). Esto es que el Santo Bendito Sea evaluó todos los pueblos y no encontró a otro pueblo más digno que Israel de recibir la Torá. El Santo Bendito Sea observó a todas las generaciones de la Tierra y no encontró una generación más propicia para recibir la Torá. El Santo Bendito Sea midió todas las montañas y no encontró montaña alguna que fuera más digna que el Sinaí de recibir la Torá. El Santo Bendito Sea evaluó todas las ciudades y no encontró una ciudad más propicia que Jerusalén para tener al Templo en ella. El Santo Bendito Sea vio todas las tierras y no encontró una tierra más propicia que la tierra de Israel para ser dada a las manos de Israel.

Josué y el Sol

Cuando Josué dijo “Sol, detente sobre Gibeón” (Jos. 10:12), el Sol le contestó “¿Te atreves a decirme ‘detente’? ¿Cómo se atreve el joven a abrir su boca frente al viejo y decirle ‘detente’ ¡Fui creado en el cuarto día y tú lo fuiste hasta el sexto y aun así me dices ‘detente’!”

Josué contestó: “¡Esclavo soberbio! ¿No recuerdas que tan solo eres un sirviente de mis antepasados? ¿No es cierto que mi ancestro José te vio como esclavo en sus sueños? ¿No dijo él ‘He visto al Sol y la luna y once estrellas hacerme reverencias?’” (Gen 37:9) En ese momento “el Sol se detuvo y la luna se paró” (Jos. 10:13)