Rab Yeshayah Halevi z’’l (Shelan Ha’Kadosh murió 1630) escribe: Sabed que el Shabat refleja los principios de nuestra fe y los fundamentos de la Torá, pues se refiere al inicio de la existencia, que a su vez da testimonio a la presencia de un Creador. Dicho Creador no es otro que Aquel que siempre ha existido, siempre existirá, y es la causa de toda existencia, como su nombre (Y-K-V-K), que en hebreo quiere decir Él es, Él fue y Él será, lo muestra.

¿Cómo el Shabat refleja el inicio de la existencia? El Shabat marca el final de la Creación, cuando D-os “descansó.” Si D-os no hubiera descasado el séptimo día, hubiera continuado creando para siempre. Esto al mismo tiempo hubiera sugerido que D-os siempre ha creado, que no hubo un inicio a la existencia [como lo sugieren algunos filósofos griegos].

Sin embargo, como sí dejó de crear cosas nuevas, todo lo que existe es simplemente una recreación de lo que fue creado en los primeros seis días. Cada semana es como la semana anterior, que a su vez es como la semana anterior a esa. En realidad, D-os crea todo nuevo cada día, pero es tan sólo la repetición del acto creador que hizo en el principio.

El Shela Hakodesh concluye: De esta forma el Shabat da testimonio al mundo que tuvo un principio, como [decimos en el kidush] “pus en seis días HASHEM hizo el cielo y la tierra, y el mar y todo lo que hay en ellos, y en el séptimo día descanso.”

Fuente: torah.org