Enlace Judío México e Israel- Desde las primeras investigaciones generadas por Alfonso Toro hacia 1944, los Carvajal han sido el centro de atención en el tema del criptojudaísmo.

El criptojudaísmo mexicano fue un fenómeno histórico generado como consecuencia de la expulsión de los judíos de Sefarad hacia 1492. Cientos de familias migraron hacia territorios musulmanes, holandeses y americanos. Los que se trasladaron al Nuevo Mundo tuvieron la compleja tarea de preservar su judaísmo y mantenerse alejados de la vigilancia del Santo Oficio.

Una de las familias más reconocidas por la historiografía del tema son los Carvajal. Un amplio clan que extendió sus redes desde la Ciudad de México hasta Lima, el Caribe y la actual Italia. Desde las primeras investigaciones generadas por Alfonso Toro hacia 1944, los Carvajal han sido el centro de atención en el tema del criptojudaísmo, especialmente el joven Luis de Carvajal “el mozo”, quien fuera el núcleo religioso de esta comunidad criptojudía. Incluso, algunos de los documentos originales de Luis fueron robados del Archivo General de la Nación (Palacio de Lecumberri) en 1932 y recuperados y repatriados gracias al apoyo del filántropo Leonard Milberg y las autoridades del INAH en 2017.

Sin embargo, además de la figura de Luis de Carvajal “el mozo” como místico, literato, cronista y religioso, otros miembros de la familia también despuntaron como lo que hoy consideraríamos artistas. Se trata de la hermana de Luis, doña Leonor de Carvajal quien nos legó una serie de sentidos poemas que hoy sirven de ventana al pasado para asomarnos al mundo criptojudío del siglo XVI, lleno de persecuciones, miedo y carencias.

Leonor de Carvajal nació en Benavente, Castilla y migró con sus padres y hermanos como parte de la colonia que fundaría la ciudad de Monterrey. Ya en tierras regiomontanas, Leonor conoció a su esposo, el comerciante Jorge de Almeyda de origen portugués. A lo largo de varios trabajos de investigación se ha mencionado que el matrimonio entre Leonor y Jorge elevó aún más la situación económica y social de la familia Carvajal, ya que Almeyda era dueño de minas importantes en la zona de Taxco y su hermano, de yacimientos cercanos a la actual Pachuca.

En este momento tranquilo y desahogado económicamente, Leonor fungió como centro de la vida judía en las haciendas de su marido, todas en Taxco. El maestro en arqueología de la ENAH Diego Martínez, realizó una investigación en la que ahonda sobre la importancia de Leonor como punto central del judaísmo, al grado de que ella misma instruyó la doctrina judía a los trabajadores de la hacienda para que éstos cumplieran con los preceptos sagrados en la casa, e incluso la pareja llegó a convertir al judaísmo a indígenas de la hacienda.

Los Carvajal. Auto de fe en la plaza mayor de Madrid
Francisco Rizi, Auto de fe en la plaza mayor de Madrid, ca. 1860, óleo sobre lienzo, Museo del Prado. Imagen tomada de Wikicommons.

Ya enjuiciada y despojada de sus pertenencias, Leonor de Carvajal fue apresada dentro de las cárceles inquisitoriales en donde enfrentó un tortuoso proceso. Dentro de este periodo tan precario, ella escribió una serie de poemas y canciones como evidencia solicitada por los dominicos para dejar constancia de sus “herejías”. Al día de hoy, dichos versos muestran un poco del pensamiento de Leonor, sus miedos, creencias e incluso el manejo que tenía del portugués y de la lengua ladina. Uno de los poemas que más llamó mi atención fue este:

Cántico, fol. 123 r.

1 Si con tanto cuidado cada día

cantássemos loores al Señor,

como Él tiene de darnos alegría

y en todas nuestras cossas su fabor

no fueran nuestros males tan continuos,

no durara tan grande adverssidad:

de sus bienes todos nos hiziera dignos

 y de poblar su sancta ciudad

en la qual fueran largos nuestros años

 exemptos de peligros y de daños.

 

2 Confiesso que por ser inobedientes

fuimos de nuestra patria deshechados.

Vibimos entre incircunçissas gentes

con hambres y con guerras afrentados;

todos con crueldades diferentes

fuimos de nuestra patria desechados.

Volbamos al Señor, que Él es piadosso,

que Él hará nuestro spíritu gozosso.

 

3 Cantemos su loor en este día,

del Señor escogido y regalado.

Ensalcemos su recta y sancta vía,

pues sólo a nos lo ha encomendado.

De quantas generaciones criado avía

tomó la de Ysrrael por mayor grado,

multiplicando su generación

 más que las estrellas que en el cielo son.

 

4 No a de ser en vano la esperança,

que no puede faltar lo prometido;

muy presto gozaremos de vonança

si inclinamos a bien nuestro sentido.

Porque aquel que en Dios espera todo alcança,

 si del bien esperar no es movido.

El Señor haga que siempre en Él esperremos

 y que toda su sancta ley guardemos.

Como vemos, la obra de Leonor es una constancia de la esperanza en tiempos difíciles que quedó inscrita en los documentos inquisitoriales. Al momento de su juicio, estos textos justificaron el asesinato de la familia Carvajal. El día de hoy, estos mismos archivos son una herramienta para conocer un poco de Leonor. Los inquisidores nunca pensaron que lo que ellos escribían como fundamento de un juicio y una hoguera, sirve hoy para descubrir a las familias que ellos mismos trataron de silenciar. Los poemas son hoy la voz viva de Leonor de Carvajal.

Bibliografía:

Portada del proceso inquisitorial realizado a doña Leonor de CarvajalPortada del proceso inquisitorial realizado a doña Leonor de Carvajal, tomado de: El Palacio, art, history and culture of the southwest.

 

 

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