Contra todo el ruido en Israel de manifestantes a favor y en contra de la reforma judicial, la vida continúa en el Estado judío. Y con todo este discurso de democracia, continúa la intervención extranjera en el estado judío, con enemigos operando abiertamente desde Tel Aviv.
Un artículo que describe una organización sin fines de lucro antiisraelí con sede en Tel Aviv. ¿Cuántas más están establecidas en Israel tratando de destruirlo? Artículo de opinión publicado en Israel National News.
Contra todo el ruido en Israel de manifestantes a favor y en contra de la reforma judicial, la vida continúa en el Estado judío. Y con todo este discurso de democracia, continúa la intervención extranjera en el estado judío, con enemigos operando abiertamente desde Tel Aviv.
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Recientemente me encontré con un anuncio de búsqueda de ayuda que Gisha, una organización sin fines de lucro con sede en Tel Aviv, está buscando un Director de Relaciones Internacionales para supervisar el trabajo de desarrollo de recursos y defensa internacional de la organización. Asentada en Tel Aviv, Gisha promueve el derecho a la libertad de movimiento, particularmente para los residentes palestinos de la Franja de Gaza, mediante la defensa legal y pública. Buscan a alguien legal para trabajar en Israel que tenga un “profundo compromiso con los derechos humanos y una identificación con el trabajo de Gisha” que pueda trabajar legalmente en Israel.
Y asentados en Tel Aviv, los donantes de esta organización incluyen el Gobierno de Irlanda (a través de Irish Aid), Finlandia (Embajada de Finlandia en Tel Aviv), Suiza, Rockefeller Brothers Fund, Broederlijk Delen (Bélgica), Trocaire (Irlanda), Oxfam Novib (Países Bajos), y otros.
La ONG Monitor informa que las donaciones de países extranjeros representaron el 73,1 % de las donaciones totales en 2017-2019, y el radical New Israel Fund, que apoya abiertamente el boicot a Israel, envió $434 907 a Gisha entre 2015 y 2021.
Gisha es una organización radical antiisraelí. En abril de 2023, Gisha firmó una carta al Secretario General de las Naciones Unidas instando a la ONU a rechazar la definición de trabajo de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés). Según la carta, la definición de la IHRA “abre la puerta a etiquetar como antisemita… hallazgos de las principales organizaciones de derechos humanos israelíes, palestinas y mundiales de que las autoridades israelíes están cometiendo el crimen de lesa humanidad del apartheid contra los palestinos”.
En agosto de 2022, Gisha firmó una declaración que condenaba la decisión del Ministerio israelí de designar a seis ONG palestinas como organizaciones terroristas. Según la declaración, “Nos solidarizamos con nuestros compañeros defensores de los derechos humanos en la sociedad palestina. Repudiamos estas declaraciones sin fundamento y hacemos un llamado a la comunidad internacional para que presione a Israel para que revoque su decisión”.
En febrero de 2021, Gisha acogió con satisfacción el anuncio de la Corte Penal Internacional (CPI) de que tiene jurisdicción para abrir una investigación sobre presuntos crímenes de guerra cometidos por Israel en el “Estado de Palestina”. Según Gisha, “no sorprende que el fiscal de la CPI haya encontrado suficientes bases para realizar una investigación sobre la situación en la región. Las violaciones graves de los derechos fundamentales y del derecho internacional, que tienen lugar a diario de manera rutinaria, deben detenerse de inmediato y garantizarse la justicia para las víctimas”. En julio de 2019, Gisha firmó una carta al parlamento alemán en la que afirmaba que el BDS [movimiento de Boicot Desinversión y Sanciones contra Israel] no es antisemita y decía que era “un perjuicio para la verdadera lucha contra el antisemitismo equipararlo con el BDS”.
En diciembre de 2022, Gisha firmó una declaración que afirmaba que “la ocupación y el apartheid en los territorios palestinos ocupados han convertido la supremacía judía en la ley de facto de la tierra y el nuevo gobierno busca adoptar esto en su política oficial”.
Israel sigue siendo una ferviente democracia activa dedicada a proteger al pueblo judío. Todos estaríamos mejor con menos enemigos e intervención extranjera en el Estado de Israel.
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