Nunca antes en la historia un documento había causado tanto daño a una población, se trata de un libro impregnado de odio, se trata de los Protocolos de los Sabios de Sion.

“Los Protocolos de los Sabios de Sión” es un libro publicado en Rusia en 1903

Al abrir sus páginas podría parecerle a cualquier lector que se encuentra frente a algo sumamente revelador, pues se trata de 24 discursos que se le atribuyen a un grupo de judíos reunidos en Suiza en 1897.
Aquellos discursos dejan ver las claras intenciones de los judíos por controlar el mundo, hacer caer a la civilización de entonces y levantar sobre ella un imperio judío único y poderoso.
Parte del texto adjudica a los judíos las palabras siguientes: “Pronto, comenzaremos a establecer enormes monopolios, acumulaciones colosales de riqueza de las que dependerán, incluso, las mayores fortunas de las personas no judías”.
El libro daba algunos nombres de personas que en efecto existían, como Teodoro Herzl, el fundador del sionismo político.
Ante tantas pruebas, ¿quién podría desconfiar de la autenticidad del texto?

La trama cautivaba a cualquiera

Sin embargo, todo era un engaño, pues aquellos discursos no eran más que un plagio que combinaba textos de libros publicados décadas atrás.

Aunque los protocolos se publicaron por primera vez en el año 1903, el antisemitismo no era una novedad, durante más de 1,000 años los judíos ya habían sufrido masacres, persecuciones y expulsiones en diferentes regiones del continente europeo.

Sin embargo, en esta ocasión parecía haber algo nuevo: se presentaba la justificación para tantos siglos de odio para el pueblo judío, pues la población rusa tenía en sus manos la supuesta conspiración secreta de la que tanto se había hablado.Dicho de otro modo, la novedad de los protocolos es que no eran un texto antisemita más, sino más bien, la prueba fehaciente de que el pueblo judío conspiraba en contra del mundo entero y por lo tanto eran merecedores de ese odio continuo y perpetuo.

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