El presidente de Israel, Yitzhak Herzog, reiteró su llamado a entablar un diálogo para poner fin a lo que llamó la “crisis constitucional aguda” que sacude a la sociedad porque, dijo, eso es lo que quiere la mayoría del público, informó The Times of Israel.

“El Estado de Israel ha estado en medio de una aguda crisis constitucional y social durante casi nueve meses, que está sacudiendo de manera sumamente peligrosa a la sociedad, la economía y especialmente la seguridad del país”, dijo Herzog durante una ceremonia en memoria del expresidente Shimon Peres, celebrada en el cementerio nacional Monte Herzl en Jerusalén.

“Debemos resolver la difícil y peligrosa crisis entre los poderes del Estado, y determinar el sano y correcto equilibrio entre ellos. No hay una vía hacia una solución sin diálogo, no hay un camino sin escucha y respeto. Debemos entender que si una parte gana y otra se rinde, todos perdemos”, enfatizó.

“Todos debemos pensar detenidamente en las consecuencias de nuestras acciones. Vuelvo a hacer un llamado a los funcionarios electos: es hora de mostrar responsabilidad, mirar la realidad a los ojos y actuar en todos los sentidos para alcanzar un amplio consenso”.

“La gran mayoría del público desea poner fin a esta crisis, sacar esta controversia de la agenda y comenzar a trabajar juntos en las cosas realmente importantes”, dijo.

Herzog pareció aludir a la audiencia prevista de la Corte Suprema de Justicia para examinar los recursos presentados contra la primera ley de la reforma judicial aprobada por la Knéset el mes pasado para eliminar el principio de razonabilidad.

“Se debe preservar la sociedad israelí y la democracia israelí en base al Estado de Derecho, lo que por supuesto incluye la total obediencia a las decisiones de la Corte“, señaló.

La hija de Peres, Tzvia Walden, comentó que su padre temía una guerra civil en Israel, pero estaba convencido de que nunca podría suceder.

“Él no imaginó que habría un discurso condescendiente sobre el separatismo en nuestro país. No imaginó que las relaciones dentro de nosotros se deteriorarían hasta un punto tan difícil”, dijo Walden.

Durante la ceremonia, la nieta de Peres, Mika Almog, periodista, actriz y guionista, realizó una protesta silenciosa contra el gobierno, sosteniendo una pancarta que decía: “Lucho también por ti, abuelo”, vistiendo una camiseta con el lema “No se puede comprometer la democracia”.

Anteriormente, diputados del gobierno y de la oposición rechazaron la nueva propuesta de compromiso de Herzog, y ambas partes se acusaron mutuamente de no estar dispuestas a resolver la crisis.

El martes, el primer ministro Benjamín Netanyahu hizo un llamamiento público al líder del partido opositor Hamajané Hamamlajtí, Benny Gantz, para dejar de lado las condiciones previas y discutir un compromiso sobre la reforma judicial.

Gantz desestimó el llamado de Netanyahu como una tergiversación. Dijo que examinó una propuesta de compromiso a través de Herzog, pero no cree que Netanyahu pueda cumplir ese acuerdo.

“La realidad ha demostrado que no hay nadie con quien hablar en este momento”, dijo Gantz, llamando a los socios de Netanyahu “quemadores de graneros que no han bajado sus antorchas”.

Pidió a Netanyahu disolver el gobierno y convocar nuevas elecciones. “Este gobierno no está capacitado para gobernar un país. Netanyahu debería disolver la Knéset y el Estado de Israel debería acudir a elecciones que permitan la curación de la sociedad israelí”, afirmó.

En declaraciones a Radio 103 FM el miércoles, el diputado del Likud, Danny Danon, arremetió contra Gantz, diciendo que no cumplió con las expectativas.

“Esperábamos más apertura de su parte, pero fue decepcionante. Lo correcto es negociar, no acudir a los medios”, dijo.

Por su parte, Alon Schuster, de Hamajané Hamamlajtí, se hizo eco de las declaraciones de Gantz y dijo a la emisora: “No le creo a Netanyahu. Hay algo de qué hablar, no hay nadie con quien hablar en este momento”.

El diputado Simja Rothman, del partido de extrema derecha Hatzionut Hadatit y uno de los artífices de la reforma judicial, publicó una declaración en video en la que reiteró la necesidad de reformar el sistema judicial, afirmando que la medida es necesaria para preservar la democracia.

“Si la Corte decide sobre todos los temas, no seremos un país democrático”, afirmó Rothman.

Fuentes de Otzmá Yehudit, dijeron a Walla que el partido ve la nueva propuesta del presidente como “una vergüenza” que representa una “capitulación de todo lo que el gobierno y la coalición” han luchado por lograr en la reforma judicial.

“Esto es una rendición total y está claro que todos los miembros de Otzmá Yehudit votarán en contra de la propuesta en la Knéset“, dijo una fuente. “Esperamos que el Likud entre en razón porque [de lo contrario] significaría rendirse a amenazas, presiones y negativas”.

Merav Mijaeli, líder del partido opositor Avodá, reiteró su oposición a negociar con el gobierno.

“Opiné que es un error mantener conversaciones con ellos desde el principio, ellos (los partidos de oposición) fueron a las discusiones y luego Netanyahu los engañó”, dijo a Radio Tzafón 104.5 FM, en referencia a las conversaciones en la Residencia del Presidente a principios de año.

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