El pasado lunes, impulsados por Arabia Saudita, 30 ministros de Relaciones Exteriores de países de Europa y Medio Oriente se reunieron al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas para discutir una nueva iniciativa destinada a reactivar el proceso de paz palestino-israelí, que parece oxidarse en algún cajón.

Y en su reunión de hoy con Biden, se escuchó a Netanyahu decir: “Creo que bajo su liderazgo, señor Presidente, podemos forjar una paz histórica entre Israel y Arabia Saudita. Y creo que esa paz contribuiría en gran medida, en primer lugar, a promover el fin del conflicto árabe-israelí, lograr la reconciliación entre el mundo islámico y el Estado judío y promover una paz genuina entre Israel y los palestinos. Esto es algo que está a nuestro alcance”.

Ayer martes, un hombre predecía en un webinar que la paz con Arabia Saudita sería uno de los temas de la conversación entre los presidentes de EE. UU. e Israel: “Yo podría adivinar que mañana en Naciones Unidas, cuando el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se encuentre con el presidente de Estados Unidos, este será uno de los temas principales que estará sobre la mesa. Qué puede pasar en este triángulo entre Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel, en el cual ocurre algo que yo creo que no tiene precedentes, es que hay tres líderes que cada uno por sus motivos, a veces motivos muy distintos, tiene interés en que se llegue a un acuerdo de algún tipo en un futuro no muy lejano”.

 

 

Este hombre ha sido protagonista de los acuerdos de Abraham y, a veces sin quererlo, el mediador de las conversaciones clandestinas entre países árabes e Israel: Henrique Cymerman, periodista y presidente de la Cámara de Comercio Israel- Países del Golfo.

Fue el ponente en el webinar “A tres años de la firma de los Acuerdos de Abraham:fectos en el Medio oriente y en el proceso de normalización con Arabia Saudita”, organizado por la Embajada de Israel y COMEXI, Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, representados, en el webinar del 19 de septiembre, por la Embajadora designada de Israel en México, Einat Kranz, y Nathan Wolf, director general de COMEXI.

Según Cymerman, la del lunes es una de las iniciativas en las que Arabia Saudita liderará los esfuerzos de varios países árabes, del Golfo y otros, para normalizar relaciones con Israel.

Sin embargo, dice, “no hay nada que enfade más a los saudíes que cuando los israelíes les preguntan: ¿van a unirse ustedes a los acuerdos de Abraham? Y el motivo es porque ellos se consideran mucho más que el resto de los países que se unieron a los acuerdos de Abraham. Ellos son la custodia de Meca y Medina. Ellos están en el G20… Y ellos sueñan con ser una de las cinco potencias mundiales. Entonces ellos dicen: lo nuestro es mucho más que los acuerdos de Abraham”.

Un punto clave es que no aceptarán un acuerdo que no tome en cuenta a los palestinos. Lo afirma Cymerman pero también lo ha expresado Riad el pasado lunes, a través de su canciller Faisal Bin Farhan: “La solución de dos Estados debe volver al primer plano”.

Cómo un periodista se vuelve importante actor de la diplomacia de Israel

Cymerman acaba de volver de en los últimos días de participar y dirigir la primera Delegación de Negocios de Israel que llegó de forma oficial a Arabia Saudita: 12 personas, 12 israelíes que llegaron a Damam, el centro del petróleo en Arabia Saudita para un congreso sobre ciberseguridad.

No es la primera vez que esto sucede, pero los saudíes permitieron la difusión posterior de este evento.

La historia de tres saudíes y sus encuentros con Cymerman

2011: “El primero de ellos lo encontré en Doha, Catar, en un evento de Naciones Unidas” dijo Cymerman. Yo fui el único israelí invitado a ese evento de Alianza de Civilizaciones.

“Había líderes de todo el mundo, entre ellos también del mundo árabe, pero no había israelíes en ese momento. En Qatar aún era imposible, pero me invitaron como moderador y me pidieron que hablase en el final del del Congreso, en nombre de Israel y lo hice de forma no oficial”.

“Pero cuando termino de hablar veo que hay un señor muy mayor que se acerca a mí, eh, con dificultad, se llama se llamaba Saúd El Faisal y fue ministro de Exteriores de Arabia Saudí durante 40 años. Se acercó a mí y me dijo así:

“Señor Cymerman, dígale a sus amigos (estamos hablando del 2011) que nuestro espacio aéreo está abierto para lo que quiera”.

“Yo entendí inmediatamente qué me decía el ministro saudí en ese momento en que se discutía la posibilidad de un ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes.

“Lo que él me decía es: si ustedes quieren atacar, Irán, por favor pasen por nuestro territorio.

Me temblaban las piernas y le contesté: “Su Excelencia, yo no soy piloto”. Y él me dijo “Ya, ya”. Y se fue.

2014. Cymerman recibe un correo electrónico del hermano de Saúd El Faisal, el príncipe Turqui el Faisal, quien fue jefe de la inteligencia saudí durante más de 20 años.

“Me invitó al Hotel Pierre en Nueva York, y yo creía que me quería dar una entrevista. Pero cuando le vi así, vestido con un jersey de color rosa, entendí que no era una entrevista, sino que era algo distinto. Entramos en el café del hotel, que es de propiedad saudí”

“Aplaudió. Todo el mundo salió y nos quedamos solos. Y ahí me dijo Eres el primer civil israelí que encuentro…Me hizo muchas preguntas, muchísimas cosas que solo un conocedor puede preguntar sobre la sociedad, sobre la motivación de los jóvenes en ir al ejército”

Cuando le toca a Cymerman preguntar, su pregunta es: “¿Por qué en el siglo 20 gran parte del liderazgo árabe tenía un denominador común: el querer eliminar a Israel del mapa. Y a partir del 2002 se presenta en Beirut la propuesta saudí de paz, que luego se convierte en la propuesta árabe de paz y que hoy en día está llevando a todo lo que estamos viendo. Qué ocurrió?”

La primera razón, dijo El Faisal, “es que tenemos enemigos comunes“. “Obviamente Irán por un lado, que nos amenaza a nosotros igual que os amenaza a vosotros, me decía él. Ellos quieren la hegemonía del mundo musulmán y no le podemos permitir que lo consiga. Por eso quieren armas nucleares, porque ellos saben que con una o dos bombas pueden conseguir el liderazgo del mundo musulmán.

Y nosotros, que somos la mayoría suní, 85% del mundo musulmán, no queremos eso. No queremos que Irán con sus 13, 15% del mundo musulmán nos controle… Además de esto están los grupos de las de la Yihad Mundial. En aquella época era Al-Qaida. Más tarde se unió a ello el Estado Islámico, que ven en todos nosotros enemigos también. O sea, tenemos intereses estratégicos comunes… Incluso me dijo: quién sabe? A lo mejor dentro de una generación podemos ver una especie de NATO de varios países de la región”.

La segunda razón:

“Yo sé que vuestros servicios de inteligencia, me dijo el Mossad son muy buenos… pero fallaron en una cosa: no entendieron en la Guerra de Octubre, o sea, la guerra del Yom Kippur de 1973, que nosotros los árabes, llegamos a una conclusión, y es que no hay opción militar contra Israel.”

“Hoy” dijo Turqui El Faisal, Israel es el país más fuerte entre Indonesia y Gibraltar ”.

La tercera: a pesar de todos los gastos militares que habéis tenido desde la creación de Israel, han conseguido crear la Startup Nation, el país con más compañías startup per cápita, desde luego del mundo hoy en día con más compañías unicornio después de Estados Unidos y de China, compañías que valen más de 1.000.000.001 país que tiene más startups en la Nasdaq que en la bolsa norteamericana, que todos los países de la Unión Europea juntos 27 países. A pesar de ser un país pequeño, con menos de 10 millones de habitantes.

“¿Por qué no transformar la Startup Nation en la Startup Region, la región de los startups? Vamos a unir esfuerzos y vamos a cambiar la región en el aspecto tecnológico, científico.

“Y luego me dijo un factor más que en mi opinión es quizás el más importante de todos y del que se habla muy poco: el factor demográfico. Hoy por hoy, en Arabia Saudita y en el Golfo en general, destaca la cantidad de jóvenes que hay en la sociedad de esos países, 70% de la población tiene menos de 30 años”.

2022- Me entrevisté con el Ministro de Deportes de Arabia Saudita, el Príncipe Abdul Aziz bin Turki bin Faisal. Me dijo que, para esta generación, el deporte es algo muy importante hoy en día en Arabia Saudita como vehículo de diplomacia pública.

Cymerman con el Ministro de Deportes de Arabia Saudita, el Príncipe Abdul Aziz bin Turki bin Faisal

Algunos datos de la relación entre Israel y los países árabes del Golfo

Arabia Saudita

– Arabia Saudita siempre fue uno de los países más misteriosos y conservadores del mundo, totalmente cerrado al turismo occidental. Hoy, en pocos minutos y vía Internet puedes conseguir un visado de turista y entrar en el país desde 1938.

– Se encontraron cantidades gigantescas de petróleo en este desierto, donde viven 33 millones de personas, transformándose en el mayor exportador de petróleo del mundo. En la visión 2030, que es la visión del Príncipe Heredero, Israel es una parte importante.

– La gran posibilidad de futuro estratégico para Israel es llegar a la paz con los países del Golfo encabezados por Arabia Saudita y lograr así también con la paz con los países del Magreb, del norte de África

Emiratos Árabes Unidos

-En el 2024 hay dos astronautas, un hombre y una mujer que van a aterrizar en la luna de Emiratos y que llevan dentro de la nave una bandera de Israel, porque Israel está colaborando con ellos en todo el tema espacial y en la investigación de lo que va a venir.

– En tres años Israel pasó de 500 millones de dólares de intercambios comerciales a más de 5 y medio millones. Las expectativas son que en cinco años lleguemos a 10 mil millones de dólares.

– Hay 1 millón de israelíes que visitaron Dubai y 420 vuelos directos entre Tel Aviv, Dubai y Abu Dhabi cada mes

Otros países

Baréin es la Puerta de Arabia Saudita. Baréin no hace nada sin tener la luz verde de Arabia Saudita. Y Arabia Saudita apoyó los acuerdos de Abraham.

– Países como Indonesia, el país más grande del mundo islámico, con casi 250 millones de personas que ahora mantienen solo una relación clandestina comercial con Israel. En el momento en que vean que Arabia Saudita abre sus puertas a Israel, se verán libres para normalizar, formalizar sus relaciones también con Israel.

Marruecos es una historia fascinante porque hay 1 millón y medio de israelíes de origen marroquí. Los negocios están multiplicando a un ritmo acelerado la la colaboración estratégica de inteligencia, los negocios en general, el turismo. Todo esto está creciendo muy rápidamente. Y luego viene Sudán.

–  O sea, a Israel se le abrirán una serie de puertas diplomáticas y económicas en todo ese mundo musulmán, incluido también, obviamente, el mundo árabe, compuesto por casi 400 millones de personas.

México y por qué debe aprovechar los acuerdos con el mundo árabe

“No quiero dejar de mencionar que creemos firmemente que estos acuerdos también tienen efectos palpables en México, abriendo nuevas posibilidades económicas bajo el entendido de que México e Israel gozamos de un Tratado de Libre Comercio e Israel puede funcionar como puerta comercial hacia todos los países de la región con los que tenemos relaciones diplomáticas” dijo la Embajadora Kranz al inicio del webinar.

Afirma Cymerman: “Si hay un mensaje que yo querría pasar es que México, con su importancia económica, pero también geopolítica, no solamente tiene la posibilidad, sino que tiene la obligación de ser partícipe de todo este proceso extraordinario que está ocurriendo en la región.

El presidente Biden anunció otro día en la India: auspiciado por el G-20,  se va a construir un tren rápido que empieza en la India y que termina en Europa, pasando por Emiratos Árabes Saudita, Jordania, quizás los territorios palestinos y llegando a Haifa en Israel.

Este tren rápido ya está planificado, ya está anunciado y es para mí el megaproyecto a nivel regional de las próximas generaciones, que cambia toda la situación. Al Golfo le abre la Unión Europea a través de Haifa y a Israel le abre mercados de 2 mil millones de personas que viven a una hora de vuelo de Dubai.

“Todo esto, un país como México que tiene la enorme ventaja de mantener una relación positiva con las dos comunidades, con la judía por un lado, y con la árabe por el otro, le da unas posibilidades de ser parte de todo ello.

“Creo que sería un grave error que México y que su gobierno y que sus hombres de negocios se aparten de toda esta revolución que está ocurriendo y que va a ocurrir en la región”.

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