Enlace Judío- A veces se podría llegar a pensar que para comer tipo Kosher se necesita ir a un restaurante especializado en este tipo de comida, o tal vez solo comprar los ingredientes y cocinar en casa; sin embargo, un puesto de quecas rompió la regla en común y se atrevió a hacer quesadillas estilo Kosher… ¡y funcionó! Esta es la historia del puesto de quesadillas “La muertita”, un negocio que logró convertirse en un lugar de reunión para generaciones de judíos de Ciudad de México.

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Doña Celia, fundadora de “La muertita”. (Cortesía)

En Ciudad de México es normal caminar a través de sus calles y encontrarse decenas de puestitos de comida de todo tipo: garnachas, tacos o antojitos representativos dependiendo de la región del país.

Hace 65 años, en algún lugar de la colonia Polanco, una señora de nombre Celia comenzó a trabajar en los jugos de Colima. Así, con el dinero que ganaba, decidió hacer su propio negocio. Entonces con una caja de plástico, que usó como mesa, comenzó a vender antojitos mexicanos con carne.

Poco a poco el negocio se daba a conocer y recibía más clientes; pero tras dos años de haber emprendido, Doña Celia se dio cuenta que la mayoría de su clientela era judía. Esto se debió a que el lugar donde había comenzado a vender sus antojitos era un punto de asentamiento de la comunidad judía de México.

“La muertita” tiene 65 años desde su fundación. (Iván Téllez)

En aquel entonces, tal vez por la limitada oferta de alimentos que había, la gente le compraba a Doña Celia, aunque no fuera Kosher. Pero, con el paso del tiempo, su clientela le enseñó sobre las reglas del Kashrut, y entre ellas, una de las más importantes: no mezclar la carne con el queso.

 

La historia judía de “La muertita”

La familia Flores heredaron el negocio de Doña Celia. Hoy lo atienden personalmente. (Iván Téllez)

Al inicio, el negocio no tenía nombre. De acuerdo con su hija, en aquel entonces, cuando comenzaba a vender, Doña Celia estuvo cerca de un tiroteo por Polanco. Debido a esto, al día siguiente día no fue a trabajar. No obstante, para la gente fue algo inusual porque ella siempre iba, por lo que su clientela pensó que Celia había muerto en el fuego.

“Todos los clientes dijeron que habían matado a mi mamá”, recuerda Nancy. “Pero no fue así. (Ella regresó) y ahí (la clientela) comenzó a decir que era ‘la muertita’. Por ello le puso al negocio: ‘Quesadillas de Celia La muertita’”. Entretanto, la comunidad pasaba la voz en voz sobre el puesto de quesadillas que se había convertido en tipo Kosher.

El puesto, antes vendía platillos con carne. Y, a pesar de ello, la sazón de Doña Celia fue tan reconocido que se hizo popular entre la comunidad judía, a tal punto que 90 por ciento de los clientes que tenía a diario eran judíos.

“La muertita” vende varios antojitos mexicanos. Entre estos sopes, quesadillas, tacos dorados y quesitos. (Iván Téllez)

La idea de retirar la carne para satisfacer a sus clientes de la comunidad llegó con uno de los clientes judíos de Doña Celia. Por lo que le tomó la palabra e introdujo solamente ingredientes tipo Kosher.

“Ella quitó la carne y empezó a vender comida de puras verduras y a comprar queso Kosher”, recuerda la hija de Celia, Nancy Flores, quien es ahora es encargada del puesto que le dejó su madre. “Así fue como comenzó a hacerse de su clientela judía”.

Entonces la gente de la comunidad continuó enseñándole las reglas del judaísmo. Y otra de estas fue la del Shabat, lo que hizo que estableciera el viernes como día descanso, y trabajar hasta el sábado en la noche.

“Los mismos clientes le dijeron a mi mamá cuáles eran sus reglas y los días que no debía trabajar, porque era Shabat los viernes”, comentó Nancy Flores. “Y ella desde ese entonces siguió sus reglas. Por eso la quieren y vienen a comer. Y (estuvo) bien, porque debemos tener un día de descanso”.

 

Quesadillas estilo Kosher internacionales

Las trabajadoras de “La muertita” preparan los antojitos tipo Kosher. (Iván Téllez)

Quienes atienden hoy el puesto es la tercera generación de la familia Flores. El negoció continuó y después de algunos años agregaron nuevos platillos representativos de la gastronomía mexicana: como los Huaraches, los sopes, los tacos dorados, y platillos solo con vegetales, para los que tienen una dieta específica.

“La Muertita”, con el transcurso de los años, ha sido un lugar de “a oídas”. Esto porque, de acuerdo con la hija de Nancy Flores, nunca han tenido que decir que el puesto vende antojitos solo con ingredientes Kosher. Y la tradición oral de la comunidad judía ha sido la encargada de que el puesto se ha haya convertido en un punto de reunión de generaciones de judíos de CdMx.

“Varios clientes nos han comentado que desde que eran pequeños sus familias nos contrataban para servirles a sus familias”, dijo Nancy Aguilar, nieta de Celia. “Yo conozco a los nietos, por mi edad. Pero ellos me cuentan cómo sus abuelitas los traían aquí. Por eso sabemos que vienen de generación en generación”.

Asimismo, hablar de “La muertita” de a oídas ha hecho que también cree un reconocimiento internacional. Lo que hizo que personas de la India, Japón, China, y también practicantes del islam, hayan comido en su puesto, ya que ellos pueden comer el queso Kosher de igual forma.

La comunidad hindú en su visita al local. (Cortesía)

Nancy Flores explicó que esta popularidad hizo que (sus clientes de otros países) le solicitaran que se expandiera a otros estados de México, e incluso a escala internacionalmente. Sin embargo, señaló que no pueden hacerlo debido a que no cuentan con personal capacitado, puesto que preparar los antojitos estilo Kosher tiene su grado de dificultad. Como, por ejemplo, una masa secreta familiar.

“Nuestra comida siempre ha sido única. Esto no hay en cualquier lado”, señaló la hija de la fundadora.

El puesto de “La muertita” forma parte de una tradición gastronómica judío-mexicana de décadas, fruto del trabajo de Doña Celia, quien falleció en mayo de 2020. Sin embargo, hoy en día la comunidad aún la recuerda con cariño, por la relación que tenían con ella (para algunos, fue como una abuela). Y ahora su familia busca continuar su legado para que sean aún reconocidos como El puesto de quesadillas estilo Kosher de CdMx.

La nieta de doña Celia (I), y Nancy Flores (de bata rosa a la derecha) en “La muertita”. (Iván Téllez).

(Doña Celia) se dio a querer mucho, por su sazón y cómo los trataba”, concluyó Nancy Flores. “Hoy en día siguen preguntando por ella. Se llegó a ganar su cariño”.

 


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