
In memoriam, Perla Shwartz: El quebranto del silencio
Mujer de pasiones y frágil a la vez, su piel –valga el rejuego– “a flor de piel” la condujo a vivir los extremos: el amor por la vida y el desamor –incluso el odio– por la vida: a veces madre omnipresente y dadora, a veces madrastra: exigente, además de pasional.