¿Cómo la muerte en el judaísmo se convierte en un nuevo inicio? Bereshit
Adán fue creado con cuerpo y un alma perfectos, que le permitían tener una relación con D-os inigualable. El primer pecado, lo distanció de D-os y lo impregnó de imperfección tanto al interior de su cuerpo como en su alma. La muerte no fue un acto punitivo de un dios vengativo. Al contrario, la muerte es el proceso a través del cual podemos una vez más establecer esa relación tan íntima con D-os y nos permite remover las imperfecciones que obstaculizan nuestro contacto con Él. Permitirle al hombre regresar es el mayor acto de bondad que ha existido. Por ello, D-os vio que era “muy bueno.”