Enlace Judío México – El pasado martes 6 de febrero, el Presidente de Polonia Andrzej Duda firmó una enmienda a la Ley del Instituto de Memoria Nacional. Esta ley, entre otras cosas castiga a quienes utilicen el término “Campos de concentración polacos”. El gobierno de Polonia, a través de su embajada en México, ha hecho pública su postura oficial a este respecto. Les dejamos un recuento de los artículos publicados en este portal al respecto y posteriormente el comunicado íntegro de la Embajada de Polonia en México. 

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POSTURA OFICIAL DEL GOBIERNO POLACO

El propósito de la enmienda a la Ley del Instituto de Memoria Nacional (IPN, por sus siglas en polaco) – aprobada por el Parlamento polaco y firmada ya por el Presidente Andrzej Duda, sin embargo, dirigida todavía a una revisión por parte del Tribunal Constitucional de Polonia – es contrarrestar el comportamiento público que consiste en atribuir a la República de Polonia la responsabilidad o corresponsabilidad por los crímenes nazis cometidos por el Tercer Reich Alemán.

·       Las regulaciones otorgan la posibilidad de penalizar por el uso en el espacio público de la falsa formulación de “campos de concentración polacos” referente a los campos nazis, alemanes.

·       En la legislación de varios otros países – incluido Israel – existen sanciones legales por el uso de afirmaciones semejantes.

·       El castigo previsto en los reglamentos se aplicará a situaciones precisamente definidas y está destinado a evitar la difamación consciente e intencionada de Polonia. La evaluación final de un caso dado dependerá de la sentencia del tribunal.

·       Las disposiciones de la enmienda, muy claramente – en el artículo 55a párrafo 3 – afirman que la libertad de investigación, la libertad de discusiones históricas y la actividad artística no estarán limitadas y no estarán sujetas a las regulaciones propuestas. No se castigará el indicar o mencionar casos de crímenes vergonzosos cometidos por personas determinadas. Se sancionarán solamente los casos de afirmaciones generalizadas que atribuyan falsamente a la “nación polaca” o al “pueblo polaco” la “responsabilidad o corresponsabilidad” por el Holocausto u otros crímenes nazis cometidos por el Tercer Reich alemán.

·       Las regulaciones aprobadas por el Parlamento polaco de ninguna manera restringen las oportunidades de trabajo de los científicos que estudian los problemas del Holocausto.

·       Las disposiciones de la Ley del Instituto de Memoria Nacional se basan en las directrices de la decisión marco 2008/913 del Consejo de la Unión Europea.

·       El proyecto de la Ley de IPN ya era conocido a la parte israelí y ha estado disponible para el público durante más de 1,5 años. Fue entregado al Centro Legislativo de Gobierno en Polonia en marzo de 2016.

·       Vale la pena recordar que el 22 de noviembre de 2016, Polonia e Israel emitieron una declaración conjunta condenando el uso de los términos como “campos de exterminio polacos”, que pueden sugerir la participación de Polonia en “la industria nazi de la muerte“.

·       Durante la Segunda Guerra Mundial, después de la invasión del Tercer Reich, cuando Polonia estaba bajo la ocupación alemana, nadie y nunca cooperó con los nazis en nombre del estado o la nación polaca. Aunque es necesario mencionar y condenar los casos de los polacos que colaboraron con los alemanes en el Holocausto, nunca podemos aceptar asignarle a Polonia la “corresponsabilidad por el Holocausto”. Eso sería una falsificación abierta de la historia.

·       Para nosotros es obvio que el factor determinante de las relaciones honestas debería ser la verdad histórica: en los campos de exterminio, los alemanes mataban a los judíos, polacos, romaníes y rusos. Quien diga lo contrario debería ser castigado porque miente sobre los crímenes contra la humanidad.

·       Tanto los polacos, como los judíos fueron víctimas de la agresión y la política brutal de Alemania nazi. Ambos compartimos experiencia de la esclavitud y la falta de estructuras estatales. Sin embargo, la disputa sobre “quién es el responsable por el Holocausto”, sólo facilita la labor a los que desean falsificar la historia y crear divisiones entre los pueblos polaco e israelí.

·       Los polacos, incluyendo los del origen judío, fueron sometidos a un trato cruel por parte de los alemanes y se cometieron crímenes inimaginables durante la ocupación alemana de los territorios polacos durante la Segunda Guerra Mundial. Se estima que más de 6 millones de ciudadanos polacos (incluyendo 3.2 millones de judíos polacos y 3 millones de polacos) murieron como resultado de la máquina de la muerte alemana en los años 1939-1945.

·       En los territorios polacos ocupados durante la Segunda Guerra Mundial (a diferencia de otros países ocupados por los alemanes en aquel entonces), cualquier ayuda o apoyo a los judíos fue castigada con la muerte por los alemanes nazis. A pesar de tal terror, muchos polacos, arriesgando sus vidas, ayudaron a los vecinos judíos. Muchos de ellos pagaron dicha ayuda con la muerte, a menudo junto con toda la familia (por ejemplo, la familia Ulma). El hecho de que los polacos son el grupo más numeroso entre los honrados con el título “Justo entre las Naciones” por el Instituto Yad Vashem (más de 6.600 honores), sólo confirma su gran valentía. Muchos polacos que fueron asesinados por salvar a los judíos siguen siendo anónimos debido a la falta de testigos del crimen.

·       Muchos colaboradores de los alemanes nazis, también aquellos que ayudaron a perseguir a los judíos, fueron condenados a la muerte por el Estado Clandestino Polaco. En Polonia se formó el Consejo de Ayuda a los Judíos “Żegota”: la única organización de este tipo en la Europa ocupada. El Estado Clandestino Polaco, a través de sus emisarios como Jan Karski o Witold Pilecki, hizo esfuerzos para avisar a los gobiernos de los países occidentales sobre los crímenes que se cometían contra los judíos.

·       A pesar de los enormes sacrificios y pérdidas de la nación polaca durante la Segunda Guerra Mundial, los polacos, con demasiada frecuencia, son percibidos y presentados falsa y erróneamente en los medios de comunicación internacionales como los perpetradores de crímenes alemanes o ayudantes en estos crímenes. Esto se aplica especialmente a los llamados “Códigos de memoria defectuosos”: los términos “campos de concentración/ exterminio polacos” y similares que desafortunadamente, aparecen con frecuencia en los últimos años en varios medios de comunicación. Estas voces distorsionan y falsifican la verdad histórica sobre el Holocausto.

·       Estamos plenamente conscientes del inimaginable sufrimiento de la población judía durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, no podemos aceptar el uso de “códigos de memoria defectuosos”. La posición de Polonia concuerda con las resoluciones de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA) y estudios conjuntos bilaterales sobre el tema de los códigos de memoria defectuosos.

·       Polonia siempre ha estado abierta a un debate honesto sobre el Holocausto y las relaciones entre los polacos y los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. El debate histórico y la investigación sobre el Holocausto de ninguna manera estarán limitados por la Ley del IPN. Expertos internacionales coinciden en que el uso de la frase “campos de concentración polacos” niega la verdad sobre el Holocausto.

·       Polonia confirma su interés en continuar el diálogo con expertos y representantes de otros países y organizaciones internacionales para combatir la “mentira de Auschwitz” y el antisemitismo.